Es muy común escuchar aquello de ‘el primer disco que sacaron es el mejor’. Es una de esas frases que, aunque no se repite de forma literal, casi siempre sale como tema de conversación cuando se habla de un determinado grupo, sea el que sea (especialmente si, posteriormente a su disco de debut, han cosechado un éxito relativo con entregas sucesivas). Es cierto que, en la mayoría de casos, esa afirmación tiene mucho de cierto, aunque sólo sea por el hecho de que en esos primero discos, generalmente, se suele capturar la esencia más inocente y pura de una banda –aunque quizá la forma, en ocasiones, no sea la más adecuada-. En otros casos sucede lo contrario; y luego están las bandas que, por el motivo que sea, se empeñan en omitir sus primeras entregas, como ocurre con
Jimmy Eat World , que en la mayoría de ocasiones, no quieren ni oír hablar de su primer LP (en este caso, por el giro estilístico que decidieron emprender en su segunda entrega).
En el caso que nos ocupa,
Motion City Soundtrack , lograron plasmar la esencia de su propuesta de un modo muy similar al modo en que irían perfeccionándolo en posteriores entregas. En nuestra humilde opinión, “I Am The Movie” no es el mejor disco del grupo. Ese título queda reservado para “Commit This To Memory”, y con diferencia sobre el resto de la discografía; pero eso no quita para que sepamos apreciar lo que la banda trató de llevar a cabo en este primer LP. De hecho, en él vas a encontrarte a algunos de los primeros clásicos del grupo, como “My Favorite Accident”, “Cambridge”, “Perfect Teeth” o “Shiver”, entre otros temas, que, en esencia, capturan toda la energía de los inicios de la banda. Una energía que, en este disco, parece ir dirigida y catapultada a concretarse en su segundo LP. Y es que, desde los primeros instantes del álbum, te topas de morros con los estribillos pegadizos que tanto caracterizan a
Motion City Soundtrack. Canciones conducidas por un tratamiento de las guitarras que, si bien no son de una gran complejidad, demuestran un más que respetable trabajo de arreglo y composición a dos líneas, algo que también ha acabado convirtiéndose en uno de los rasgos característicos del grupo: el diálogo de guitarras. Es decir, la capacidad de construir una base a dos guitarras en la que cada una de ellas juega una parte insustituible en el conjunto, ejecutando distintas partes que van complementando la línea de base.
Y si tan bien lo pintamos, ¿por qué hemos dicho que no es su mejor disco? Pues porque bajo nuestro punto de vista, al álbum le falta cierto grado de coherencia cuando te paras a escucharlo de arriba a abajo. Y en esto se nota que, muy probablemente, las 14 canciones contenidas en este LP fueron compuestas en dos o tres tandas distintas a lo largo de diferentes periodos. Si lo piensas, es algo natural en un primer disco de una banda. Normalmente son casi recopilaciones de todas sus primeras composiciones, solo que en algunos casos se nota más que en otros. Ese es, quizá, el único punto débil del álbum. Algo que, como hemos indicado anteriormente, desapareció en su segunda entrega y que podrían haber solucionado acortando la duración de este mismo LP, dejando fuera algunos de los temas que más flaquean, y que en esta ocasión, son los más frenéticos. No obstante, lo interesante de “I Am The Movie”, al margen del impacto inicial que tuviera en su momento, es poder contemplarlo ahora, en perspectiva; y darse cuenta así, de que todo lo que
Motion City Soundtrack han venido haciendo todos estos años está, de uno u otro modo –y con mayor o menor grado de refinamiento-, contenido en este mismo LP. No en vano, lograron captar la atención de Epitaph Records, que a lo largo de los años se ha consagrado como uno de los sellos ‘descubridores’ de bandas independientes.