Los californianos
The Story So Far irrumpieron como un maremoto con su disco debut, “Under Soil and Dirt”, sembrando culto entre los -esperemos que por mucho tiempo- crecidos amantes del pop-punk. Esto, en gran parte, gracias a la puntería de situarse a caballo entre la resucitada atención por este género, por parte de los críticos, liderada por
The Wonder Years; y la oferta de una alternativa a un agotamiento del Easycore -toda una pastilla efervescente- en general. Siendo un LP excelente, su primer álbum sonaba a un cuidado extremo de la banda para no caer en dos de los recursos más manoseados y efectistas del género: los estribillos acaparadores del esfuerzo melódico y los “break-down”. Estos últimos soltados siempre al último tercio de canción a modo de clímax instrumental, y reducidos a bajar el ritmo para causar un efecto explosivo -a menudo recuerda al “tiempo bala” del cine-, que en concierto es infalible, pero que desgasta el conjunto cuando se trata de un disco de estudio. Esos pies de plomo de la banda se fundieron en un yunque donde se forjó un sólido trabajo que sonaba, precisamente, a un trabajo de oficio, de gremio que beneficia a su escuela. Cuidadoso pero desenfadado.
Pues bien, “What you Can`t See” saca del taller de estos jóvenes otra máquina bien engrasada. Con engranajes bien diseñados y calculados, con una ejecución musculosa y ardiente en sus bases rítmicas -una de las grandes virtudes de la banda-, donde cada canción convierte esos “break-down” en circuitos que hacen funcionar todo el tema, sin acumularse en una detonación concreta y corta; así, por ejemplo, a menudo los oiremos integrados en los estribillos. Son poderosos envites instrumentales que nos hacen cantar con Parker Cannon sus, esta vez sí, espectaculares estribillos y cuidadosas, pero rabiosas, estrofas; las cuales persiguen generar un estado de tensión para su posterior liberación. La ilusión y euforia de encontrarse con un estribillo que hipnotiza por su poderío adictivo y rosca melódica, viene dada porque en ese momento sabes que has descubierto un “lugar”, un momento en el que sentir lo que hace sentir ese corto tramo de evocadora euforia que podrás escuchar cuando quieras. “What You Can`t See” ofrece esa evolución de
The Story So Far , le da a su factoría un logotipo, un símbolo concreto a modo del punch atronador, como es el caso del coro de “Things I can`t Change” y del bis enlazado “All Wrong”/”Bad Luck”. El factor sorpresa puede haberse perdido, pero la banda gana en contundencia. “What you Can`t See” tiene más “repeat” que su antecesor por su batería de estribillos que, sí, buscan el peso, pero que respetan el oficio que muestra la banda en la integridad de sus canciones.
Así, “What you can`t See”, y que no confunda a los lectores, es continuista, pero añadiendo algún ingrediente más a su fórmula. Y la cuestión es… ¿es mejor crecer artísticamente, o dejarse llevar por el cliché y ser más grandes (aunque sea de forma temporal?? El debate popular sobre que el tercer disco define a una banda está servido, y
The Story So Far , no cabe duda, se posicionan en una cómoda situación siendo invitado a giras de las bandas más importantes del género. Muestran una concienzuda paciencia y comodidad, aunque un peldaño por debajo del escaparate que están abarcando otros grupos -a pesar de su éxito inmediato-.
The Story So Far deben su nombre a
New Found Glory , quienes, curiosamente, se otorgan el haber popularizado el break-down. Un recurso que la banda ha fundido y baña con artesanía académica toda canción.