Siempre nos ha dado la sensación de que con la publicación de este doble LP, “In You Honor”,
Foo Fighters emprendieron un camino ligeramente distinto al que habían venido siguiendo desde el año 1995. Si hasta entonces, su sonido se había caracterizado por anclar sus raíces en una propuesta heredada del grunge, y con importantes aportaciones del rock alternativo en general -y, quizá de un modo más concreto, del power pop-; con la publicación de este doble disco, y tras haber editado el exorcizante “One By One”, la banda quiso demostrar dos cosas. Una, que ni de lejos eran un grupo moribundo –cosa que muchos ya daban por hecho-; y dos, que muy al contrario de lo que sus dos discos anteriores pudieran sugerir,
Foo Fighters estaban muy lejos de convertirse en un grupo de baladas y rock de radio -eso que los especialistas llamaron ‘Adult Oriented Rock’ (AOR)-.
No, no es que con este disco el grupo diese un giro de 180º a su sonido, ni que se lanzasen a los brazos del metal (como algunos pensaron en su día); ni, visto ahora en perspectiva, tampoco es que fuese su mejor trabajo –quizá sí mejor que sus dos predecesores-, pero sí que supuso un retorno a unas bases más potentes y, sobre todo, a un cierto grado de consistencia sonora. Además, este giro del que hablamos tiene una doble vertiente. Por un lado, la ‘cara’ que el grupo muestra en el primer CD de este doble LP, de la que ya hemos hablado, más rockera; y por otro, una faceta totalmente nueva, quizá dejada caer en algún concierto puntual, sugerida en determinadas versiones, pero nunca desarrollada hasta el punto en el que se atrevieron a desarrollarla en el segundo disco de este doble álbum: el formato acústico en toda su extensión y esplendor. De algún modo, es como si su anterior propuesta, esa que cabalgaba a lomos del grunge, el poprock y el rock alternativo, hubiese sido polarizada de una forma intencional, para llevarla a dos extremos que, al menos en apariencia, suenan bastante diferentes: un disco 100% guitarrero y distorsionado, versus un disco mucho más reposado, acústico, lleno de medios tiempos, matices y texturas totalmente diferentes a lo que nos tenían acostumbrados hasta la fecha.
En ese aspecto, nos parece que dieron en el clavo. El mero hecho de ser capaces de abrir el abanico estilístico hasta llevarlo a los dos extremos que muestran en “In Your Honor”, conlleva un nivel de trabajo y enfoque considerables; y, por supuesto, un reto de cara a sus seguidores. Lo mejor de todo es que el resultado arrojó una visión de los
Foo Fighters , y más concretamente de Dave Grohl, que funciona tan bien o mejor que la imagen puramente rockera que de ellos se tenía hasta el momento. Algunos se atrevieron a afirmar que Dave Grohl funciona mejor como ‘folkie’ que como ‘metal head’; pero en nuestra opinión es un modo de verlo un tanto desajustado, porque dudamos mucho de que Grohl, en ningún momento, haya pretendido ser ninguna de esas dos cosas.
Aún con todo, y como decíamos un poco más arriba, “In Your Honor” no es el mejor disco del grupo (máxime cuando lo ponemos en perspectiva). Es cierto que incluye algunas canciones imperdibles, como la famosa “Best Of You”, o trallazos como “Free Me” o “In Your Honor”, entre otras –aunque la segunda mitad del disco en eléctrico decaiga ligeramente—. No obstante, la segunda parte del doble LP, el disco en acústico, nos descubrió una faceta de la banda la mar de interesante, con cortes como la sorprendente “Cold Day In
The Sun ”, la bonita “Miracle”, “Virginia Moon”, “Over and Out” -y sus aires de bossa nova-, o ese tesoro llamado “Razor”. Y al final, tal vez por la novedad, da la impresión de que, quizá en esa mitad, sea donde más sustancia podamos encontrar en el álbum. En cualquier caso, “In Your Honor” les volvió a resituar en el mapa musical, con una doble propuesta lo suficientemente sólida para convencer a aquellos que dudaron de su continuidad.