Nos ha pillado por sorpresa.
Manchester Orchestra han publicado una especie de reinterpretación de “Cope”, su último disco de estudio, y han creado una versión semiacústica de éste titulada “Hope”. Algunos, ante el desencanto que les supuso “Cope”, se han lanzado a criticar ésta publicación, probablemente sin oírla, argumentando que un disco tan “blando” como “Cope”, no admitiría bien una reinterpretación más calmada. Casi nada.
Pues se equivocan. “Hope” no es una versión acústica al uso de “Cope”. Ya lo hemos dicho, es una reinterpretación en su conjunto. Total y absoluta. Una reorganización de los temas en su interior, ofreciendo una aproximación más sutil, empleando distinta instrumentación, nuevos arreglos instrumentales y nuevas interpretaciones vocales. Una deconstrucción en toda regla. Un acercamiento totalmente distinto a “Cope”. Algo que en lo musical funciona maravillosamente y que, desde un punto de vista más curioso, ofrece una interesante perspectiva que ayuda a discernir la importancia de la producción y los arreglos a la hora de dar la forma definitiva a un tema determinado. Porque sí, las comparaciones van a ser inevitables. Cuando escuches temas como “Top Notch” o “The Ocean” en esta nueva interpretación, vas a ir, irremediablemente, a escuchar su versión anterior; aunque sólo sea por aquello de observar con lupa las variaciones, e intentar así comprender el modo de pensar de la banda, intentar inmiscuirte, aunque sea muy poco, en el proceso de composición, arreglo e interpretación del grupo. Un ejercicio muy sano y didáctico, por otro lado.
Resulta muy enriquecedor poder saborear las dos caras de una misma moneda, y quedar perplejos ante los resultados. Escribir un disco como “Cope”, verdaderamente destacable, ya es complejo; pero desmontarlo y desmembrarlo para llevar una tarea tan ardua como la que han llevado a cabo para resucitarlo en “Hope”, sin echarlo a perder en el proceso –incluso mejorarlo-, es algo que se antoja fascinante. Los arreglos de cuerda y metales en “Every Stone” son, sencillamente, preciosos. Una verdadera maravilla. El modo en que se ha vuelto a concebir el álbum es algo insólito y profundamente bello. Así, éste mismo ejemplo, es impresionante: “Every Stone” suena como un tema totalmente distinto, pero manteniendo, al mismo tiempo, la esencia y los ecos de su versión original. De este modo, el álbum adquiere una nueva dimensión, mucho más etérea y volátil. Casi onírica, buscando la atmósfera envolvente, el empaparse del feel y dejarse mecer por cada compás.
En este sentido,
Manchester Orchestra nos ha recordado a los
Mae de la trilogía “(m)orning”, “(a)fternoon” y “(e)vening”, en el sentido de saber cómo adaptar los temas a aquellas sensaciones que pretenden trasladar.
Mae no reconstruyó sus canciones, pero
Manchester Orchestra se ha aproximado al concepto que desarrolló
Mae , creando dos obras que se complementan. Como decíamos, las dos caras de una misma moneda. Como si “Cope” fuese la banda sonora del día, y “Hope” fuesen los ecos de ese disco en la noche. En “Hope”, la banda ha ido en busca de la sensibilidad absoluta, tratando de realzar la belleza de las canciones, acentuando las secciones y partes que, quizá en su versión eléctrica, permanecían ocultas; recuperando el protagonismo absoluto de la voz y lo que cuenta, muy a lo
Bon Iver. Casi como un intento de romper las barreras de lo sensorial para adentrarse, definitivamente, en nuestras almas.