Queremos empezar esta reseña dando por sentado que, a poco que quien sea conviva en, digamos, nuestra civilización, vive tiempos en que todo va un poco a todo trapo. Algo que se añade también a una vorágine que tiende a dar por sentadas las cosas en pocos segundos o, incluso, antes de vivirlas. Este LP bien puede ser una ayuda para nuestra capacidad de tomarnos un respiro y romper esa línea recta tan bien trazada, firme y que no se doblega, que discurre entre los puntos A y B, y que da demasiadas cosas por sentado. ¿Qué os parece dedicaros una hora a estrujaros la cabeza e imaginar lo que sea capaz de hacerse con esa línea? “Sisyphus Says” es el disco debut de un grupo que nos ha puesto de pie y nos ha dicho bastante. Entre otras cosas, que el post-rock es algo más que tocar sin vocalista. Es reventar el dique donde se preservan muchas estructuras musicales, como el estribillo o el solo, y que el maremoto consecuente haga el resto.
The Lees of Memory nos presentan “Sisyphus Says”, apostando fuerte por una arriesgada secuencia de densas y distorsionadas repeticiones en sus temas. El “fuzz” hace cerrar los ojos y dejarse llevar por los bellos remaches de su sistemática percusión, firme y estilizada. Siguiendo la estela del excelente debut de Silversun Pickups, “Carnavas” (2006), volveremos a atmósferas que funden lo onírico y lo abstracto, que también recuerdan al sonido característico de
Smashing Pumpkins y My Bloody Valentine. Lejos de alcanzar la sensación más dinámica e imprevisible de la psicodelia, “Sysyphus Says” insiste en repetir los parajes pero con sonidos más sólidos, de dureza creciente, invitando de una manera muy elegante a la participación del oyente. Tras minutos disfrutando la misma secuencia, entiendes que ahí entras tú dándole forma con lo que tienes dentro. Te sientes uno más, y dejarse llevar por la evolución del álbum, sin interrupciones, es plantar cara a las innumerables interrupciones que vivimos en el día a día. No es fácil, ya que no son pocos los cambios sutiles que van incrustándose, como si la vida se abriera paso, lenta pero implacablemente en este ecosistema. En “We Are Siamese” podemos comprobar como el riff circula sin darnos cuenta un buen instante después. El trabajo vocal de John Davis es el termómetro de los lugares indescriptibles que recorre el álbum. Nos canta según lo que encontramos, desde lo frío a lo húmedo, de lo nublado a lo ardiente. Lugares inefables, nebulosos, pero voluminosos. Son una bomba de humo que crece sin cesar y donde sentimos que el gas se petrifica. Así, encontramos el primer clímax en “One Wave in the Sea”, donde todo se despeja y un riff incesante percute la voz de Davis, convirtiéndose en afilada y candente.
De esta manera, “Sysyphus Says” nos invita a viajar en todo su trayecto en esta pieza entre el post rock, el noise y un buen homenaje a varias influencias importantes. Desde el “industrial” de NIN en “Reenactor”, a un dulce y evocador coro repetido hasta emocionarnos, que os recordará a Beach Boys, en “Open your Arms”. Es cierto que este LP tiene mucho de concepto, de sugerencias más allá de lo que oímos. Tiene mucho de rebelde, más que muchos que pregonan esa actitud. O es que, ¿No lo es encerrarse en tu cuarto y dejar todo de lado mientras os quedáis solos “Sysyphus Says” y tú? Preguntároslo mientras lo escucháis.