Si para poder disfrutar de “Jar”, el primer LP de Superheaven , la banda se tomó unos cinco años de preparación, en los que fue liberando algún EP a modo de señuelo con el que incrementar el nivel de expectación; en esta ocasión, apenas se han demorado dos años en publicar la continuación de aquél excelente disco de debut. Como quien quiere compensar la espera con una nueva entrega, sin demasiados rodeos, aprovechando el momento dulce que parecen estar atravesando y la buena recepción de su anterior trabajo discográfico.

De este modo, y sin más preámbulos, la banda de Pennsylvania publica “Our Is Chrome”. Un disco que no sólo es un más que digno sucesor de “Jar”, sino que además, se toma la libertad de incluir algunos elementos que, a la postre, vienen a enriquecer la propuesta del grupo. Es evidente –y te darás cuenta tan pronto comiences a escucharlo-, que el grupo se siente cómodo en ese sonido que bebe directamente del grunge de finales de los noventa, ese que empezaba a virar descaradamente hacia lo que hoy conocemos como rock alternativo; ese sonido que abanderaron grupos como los primeros Foo Fighters , Verbena , Elastica , Silverchair y los primeros Lit (sí, de hecho, en cortes como “Room”, te van a recordar mucho a ellos); con la salvedad de que, en esta ocasión, Superheaven han optado por dar algo más de presencia a las guitarras en comparación a su primer disco. Un hecho que contribuye a dar más empaque y consistencia a las canciones de este álbum. Un trabajo que brilla por su aparente simplicidad -mediante un conjunto de canciones cuya complejidad técnica es inexistente-, pero que apuesta de forma descarada por la recreación de ambientes y tejido de colchones de guitarra sobre los que acoger a unas melodías muy bien construidas y pulidas. “Our Is Chrome” consigue, así, sonar familiar –recogiendo el testigo del anterior LP- al tiempo que trata de expandir los límites del grupo, recreando una sonoridad que se siente completa, llena, en la que la sensación de contundencia, como decíamos, lo inunda todo. Algo que, sí, es uno de los rasgos más característicos del rock alternativo y el grunge de los 90, aunque no queremos decir con esto que Superheaven sean una simple banda “revival”, ni de lejos. Es más, si prestas atención a la ya mencionada “Room”, o a cortes como “I’ve Been Bored”, “Poor Aileen” o “Leach”, vas a poder encontrar ecos que van más allá de un mero ejercicio de estilo, que es, al fin y al cabo, la crítica que más están recibiendo.

Sin embargo, y aunque la impresión general, después de varias escuchas, es muy buena, el álbum adolece de un poco de garra. En “Our Is Chrome” predominan los medios tiempos, algo que acaba recordando, por poner un ejemplo cercano en el tiempo –y salvando las distancias-, al último trabajo de Title Fight , en el sentido de poner una velocidad crucero, y apenas variarla durante todo el trayecto. Esto, que puede ser una ventaja a la hora de dar más espacio a las melodías y crear esa sensación de muro de guitarras y de solidez, es un elemento que perjudica al conjunto del disco por la sensación de monotonía que puede generar. Es algo que, al final, te lleva a escuchar el disco en dos tandas, a efectos de poder mantener el mismo nivel de atención a lo largo de los casi 45 minutos de duración del mismo.

Es decir, que el hecho de querer marcar muy bien sus intenciones en cuanto al sonido que quieren plasmar en sus trabajos, es un arma de doble filo que, si no acaban compensando con algo más de intensidad o variaciones en las dinámicas, puede generar la sensación de estar escuchando un disco estancado en forma. Aun con todo, y de momento, mantienen un equilibro que, quizá por lo cuidado de la producción artística y del trabajo que se intuye en el cuidado que han recibido las melodías y los arreglos –sin olvidar que las canciones, no nos engañemos, son grandes composiciones-, les permite darse el lujo de mantener esa velocidad de crucero a la que nos referíamos. Será interesante observar la evolución del grupo.