Si bien es cierto que en otras ocasiones hemos afirmado que el punk pop parece ser una suerte de barco a la deriva -debido a la falta de concreción con respecto a una corriente que oriente la tendencia del género-, quizá deberíamos haber puntualizado que eso, quizá, es lo que se percibe de la escena internacional, pero que no es exactamente lo que está ocurriendo en el estado español. Aquí, las bandas parecen haberse inclinado con claridad hacia ese sonido que definen grupos como
The Wonder Years o
Four Year Strong. Es decir, grupos que basan su sonido en un núcleo sonoro contundente, potente y bien trabajado en el aspecto rítmico, al tiempo que dejan espacio suficiente para desarrollar todo el aspecto melódico que tanto ha caracterizado a este estilo a lo largo de los últimos 20 años.
En este contexto, los madrileños Never Draw Back han perfilado un álbum que cumple al 100% con la fórmula que describen las bandas que hemos mencionado anteriormente; y en ese aspecto no se andan con medias tintas. Expertos en crear introducciones a los temas que te meten de lleno en la vorágine de su sonido, la banda se muestra como la más acertada a la hora de recoger el testigo del género y enarbolar su propuesta como estandarte de un sonido que, parece, ha calado bastante en nuestro entorno pero que, quizá, no muchos grupos son capaces de desarrollar con pleno acierto –en realidad, muy pocos-. En este aspecto, Never Draw Back no se andan con demasiados miramientos, y te asaltan desde el primer segundo del LP con un sonido potente, algo que podrás comprobar en “Way To Exit”, un excelente corte que abre el disco y que configura el patrón que va a guiarte a lo largo de los 13 temas que componen “Decisions”. En este sentido, destacan otras canciones como “My Judgement”, “This Shit”, “Metals’ Avenue” o “Glorious”, entre otras. No obstante, existe un ‘pero’ que nos gustaría destacar: la excesiva similitud entre algunos de los temas incluidos en este LP. Es un factor que, tal vez, pueda dar la impresión de que exista cierto grado de monotonía, y eso puede acabar provocando que el disco se haga demasiado largo pese a contener sólo 13 temas. Es un aspecto mejorable, sin duda, pero no es algo que desmerezca a los temas por separado, sino en conjunto.
Todo esto nos hace pensar en los pocos grupos que en nuestro país, como decíamos, han sido capaces de absorber ese tipo de influencias de las que hablamos, para plasmarlas con un cierto nivel de acierto. Se nos viene a la mente los NoWayOut de “Tabula Rasa”, grupo que quizá destapó la caja de los truenos en este sentido y al que le sucedió, más recientemente, PUK2, con un enfoque más abierto, pero con una raíz muy concreta. Sí, hay muchas más bandas que intentan trabajar en esta misma senda, pero no acaban de obtener el mismo resultado –por el momento-. En algunos casos, quizá, por inexperiencia; mientras, en otros, tal vez por el ansia de anteponer la prisas y las ganas de imitar a otras bandas en lugar de absorber influencias y sonidos para elaborar algo más sólido. Es decir, que en muchos casos, los grupos que mejor están desarrollando este sonido a nivel estatal, son aquellos que han iniciado su andadura hace mucho tiempo y que, durante su trayectoria, no han tenido miedo de escuchar multitud de referencias para dejarse empapar por ellas, dando así toda la importancia a la música.
Son estos aspectos, y no otros, los que acaban contribuyendo a definir la precisión con la que una banda acaba desarrollando un tipo de sonido concreto. Así, Never Draw Back tienen las miras puestas en un tipo de bandas muy específico, y en un contexto determinado, pero al mismo tiempo dejan entrever que en su propuesta hay mucho más de lo que la fachada y la primera impresión puedan causar en el oyente. Y para descubrir eso no hay secretos: déjate empapar por “Decisions” y descubre todo lo que puede llegar a ofrecerte, porque esta banda madrileña está llamada a ser una de las representantes del punkpop patrio de los próximos años.