Rise Against nunca pensó el revuelo que causaría más adelante cuando allá por el 2001 fichó por Fat Wreck, una demostración de buena vista por parte de Fat Mike.
Revolutions per Minute es un grandioso disco, esas obras que nadie espera y que cuando aparecen son una sorpresa muy agradable. Este disco no en vano, es uno de los más vendidos y celebrados de la historia de Fat Wreck. ¿Por qué?
Pues por muchos motivos.
Rise Against supone una síntesis del hardcore de vieja escuela de grupos como
Black Flag , con medios tiempos, bebiendo del punk rock de grupos como
Bad Religion , Circle Jerks, Minor Threat, etc. Todo combinado con la impresionante voz de Tim, el cantante, capaz de lo más melódico al grito más estremecedor, creando un sonido de grupo muy personal y definitorio, cosa esencial en los grandes grupos.
Así en el disco, el más salvaje y emotivo de su corta carrera, encontramos auténticas joyas como Heaven Knows o la impresionante Blood-Red, White & Blue. Sus letras, muy críticas con la administración estadounidense, la sociedad y el mundo actual, incluso canciones de amor dolorosas. Las guitarras afiladas, esos perfectos riffs y el constante bajo, más protagonista que en muchas otras bandas, con el ritmo muchas veces frenético que impone el batería, constituyen una base excelente.
Quizás superado en técnica por su continuación, RxM, es el más emotivo y veloz de sus discos, absolutamente imprescindible.