A finales de noviembre de 2015 –y tras haber cancelado sus últimas fechas europeas tras los calamitosos acontecimientos de París-,
Foo Fighters sorprendían al público con la publicación de una cuenta regresiva en su página web oficial. Un hecho que, a los seguidores del grupo, les puso sobre la pista de algo que había acontecido un mes antes: la grabación de cinco temas en Texas, según había confirmado la banda. Es decir que, aunque las especulaciones iban encaminadas a la publicación de un nuevo LP -o de una segunda temporada de la serie documental “Sonic Highways”-, los más avispados dieron con la clave del asunto: la publicación de un nuevo EP titulado “Saint Cecilia”. Lo que, quizá, nadie esperaba era que la banda lo ofreciese en descarga, totalmente gratis y en diversos formatos digitales. A gusto del consumidor.
¿Y qué nos encontramos en estos cinco temas? Pues, aunque hayan sido registrados en una misma ciudad, siguiendo con el espíritu de su anterior disco “Sonic Highways”, el EP no suena nada parecido a éste y, en según qué momentos, nos retrotrae al sónido más clásico de la banda. Y no entendemos aquí por “clásico” discos como “In Your Honor”. No. Nos referimos al sonido de álbumes como “There Is Nothing Left To Lose”, “The Colour and The Shape” o “One By One”. Es decir, que “Saint Cecilia” recupera el tono y sonido de una época que queda ya bastante atrás pero, probablemente, grabado del modo en que la banda ha venido grabando sus últimos trabajos: en directo y en formato analógico. En realidad, no es tan así, sino que mezcla el enfoque más reciente del grupo –en la senda de “Wasting Light”-, con su sonido más añejo, como se puede comprobar en temas como “Iron Rooster”, que tan bien recupera el espíritu de “There Is Nothing Left To Lose”; o “Sean”, con ese sonido tan familiar e identificativo de
Foo Fighters.
El resultado es un EP bastante variado, pero con ese hilo conductor que siempre muestra
Foo Fighters en sus entregas y que responde a un tipo de sonido muy identificativo. Cabe destacar que, en esta ocasión, la banda suena mucho más concisa en su planteamiento. Menos pretenciosa, por decirlo de algún modo. “Sonic Highways” fue, probablemente, un ejercicio demasiado pasado de rosca. Sin duda, fue un áblum la mar de interesante (eso es algo que no vamos a negar), y que ofreció una serie de cosas que el grupo, quizá, no había hecho antes; pero tampoco queremos engañaros: nos encanta cuando la banda vuelve a la fórmula de crear canciones más redondas, más definidas. Algo que les conecta con sus orígenes como grupo, sin demasiadas pretensiones, donde lo que buscaban era hacer rock que, sin renunciar demasiado a sus orígenes, mostrase un cierto grado de accesibilidad. En ese sentido, “Saint Cecilia” da en el clavo.
También cabe mencionar otra cosa que nos ha resultado la mar de agradable: Dave Grohl no se pasa medio disco desgañitándose. Y menos mal, porque era algo que estaba empezando a sobrecargar al personal. O al menos eso nos parecía a nosotros. Ya sabemos que el rock es actitud, y que la actitud a veces pide gritar y dejarse los pulmones en el intento, pero vaya… empezaba a resultar algo cargante, como hecho sin ton ni son. En este sentido, Grohl vuelve a recrearse en las melodías y en sus giros –incluso en las partes más agresivas, como en “Savior Breath”-; y las canciones, como decíamos, vuelven a adquirir la coherencia de antaño.
Sin duda, un regalo sorpresa que mantendrá a los fans del grupo satisfechos durante una buena temporada.