El caso del quinteto de Pennsilvanya,
Handguns -y teniendo muy presente su contexto natural, el punkpop-, es el de esas bandas que, a la luz de la deriva que un género como el punkpop ha tenido en los últimos años, quiere permanecer en la brecha sin tener que renunciar al sonido típico de una de las épocas más doradas del punkpop a nivel internacional: principios de los años 2000. Esto, en una escena que corre tanto como los tiempos que vivimos, es harto complicado. Lograr ese equilibrio es difícil, y hay pocas bandas que lo consigan llevar a cabo con cierto nivel de coherencia. Las hay, por supuesto, como el caso de
Seaway en “Colour Blind”, por ejemplo, pero también las hay que se quedan a medias o fallan en el intento, como el caso de
State Champs. Dicho esto, ¿dónde ubicaríamos a
Handguns , suponiendo que haya que hacerlo?
Bueno, pues es complicado de determinar. Por un lado, se nos antoja un grupo que crece a la sombra de bandas como
The Story So Far , por ejemplo, especialmente si tenemos en cuenta temas como “The Worst In Me”; ahora bien, si atendemos a cortes como “Disenchanted” –un tema que recupera la contundencia del punkpop de los 90-, podríamos decir claramente que logran dar con el equilibrio adecuado entre el punkpop más clásico, por así decirlo, y el más reciente. La cuestión aquí es que predomina más la vertiente que se inclina por la corriente más actual, que no por la visión más clásica, y es ahí donde empiezan a perder fuelle. No porque las composiciones no sean potentes, sino porque, igual que les ocurre a otras bandas, acaban sonando igual que el resto, ya que hay demasiados clichés en la producción que se repiten disco tras discos, banda tras banda.
Esto es algo que llevamos experimentando algún tiempo, y, aunque ya lo dijimos en otra ocasión, queremos reafirmarnos en ello. Somos de la opinión de que el punkpop más actual necesita sangre nueva con urgencia.
Handguns , sin duda –e igual que grupos como
Seaway -, podrían formar parte de esa sangre nueva y oxigenada. Perono nos referimos a que necesite nuevas bandas –especialmente si van a venir a hacer exactamente lo mismo-, sino que necesita un soplo de aire fresco en cuanto al planteamiento en sí de la música y de su tratamiento en el estudio. Es necesario abrir ventanas y ventilar. Se necesita una inyección urgente de originalidad, o de lo contrario acabará convertido (si no lo ha hecho ya) en una fórmula de caducidad inminente, como fue el caso del mal llamado emo o, más recientemente, el agonizante easycore. Y tenemos la sensación de que no somos los únicos que opinamos de este modo ya que, no en vano, algunas de las bandas más avispadas de la escena (o que estuvieron muy integradas en ella) ya han iniciado su propia transición hacia sonidos más personales. Es por eso que nos sigue sorprendiendo que bandas relativamente nuevas como
Handguns se lancen de lleno a esa misma piscina, aunque lo achacamos a la tentación de obtener resultados de un modo relativamente inmediato.
La ventaja que tienen
Handguns con respecto a otros grupos, es que han demostrado que son capaces de escribir temas como el ya mencionado “Disenchanted” o “Missed Calls”, que son verdaderos pildorazos de punkpop con sustancia, en la línea de grupos como
This Time Next Year o los
New Found Glory más inspirados; temas que no se recrean en los clichés más actuales. Quizá por ahí, y si en un futuro se ponen las cosas feas con esto de las idas y venidas de las modas, tengan una vía de escape la mar de efectiva. Mientras tanto podrán disfrutar de un nicho de mercado que, seguro, les proporcionará muy buenos momentos.