Quizá estemos ante uno de los proyectos en solitario menos esperados con los que nos hemos topado. Es decir, no en el sentido de que no tuviésemos ganas de ver de qué va el asunto, sino en el sentido de que nunca hubiésemos pensado que un tipo como Ray Carlisle, más conocido por ser la voz principal en
Teenage Bottlerocket (una banda con una cierta trayectoria, público y mercado ya asentado), fuese a publicar un disco acústico en solitario. Pero bueno, he ahí la gracia de este tipo de proyectos: que por inesperados te sorprenden doblemente. Ahora bien, ¿de qué va todo esto? ¿Tiene Ray algo que ofrecer que sea sustancialmente distinto a lo que hace en
Teenage Bottlerocket como para dedicarle un disco en solitario?
Pues bien, según cómo se mire. Si te quedas en la superficie, lo que vas a encontrarte musicalmente hablando en “Do You Wanna Go To Tijuana?”, que es como se titula el LP, no va a ofrecerte nada que no puedas obtener de
Teenage Bottlerocket. No vas a descubrir nada que no conozcas de Carlisle y su banda. Ahora bien, si le dedicas el tiempo suficiente, quizá seas capaz de rascar un poco y extraer de este disco los matices que hacen que merezca la pena prestarle algo de atención. El primero, y el más obvio, que estamos ante lo que podríamos considerar la versión acústica de
Teenage Bottlerocket. Es decir, que por el momento esto es lo que más se aproximaría a un disco en acústico del grupo, si es que algún día se deciden a hacer algo así. De hecho, ahí tenemos la versión acústica y reinterpretada de “Without You” (entre otras como “Radio”, que también han sido incluídas), en un tono sensiblemente diferente, más nostálgico y tristón. Una más que interesante revisión que, quizá, sea una especie de test de futuras intenciones del grupo. Pero al margen de eso, el disco se antoja casi como un tímido e inocente ejercicio de introspección, un viaje hacia la nostalgia, una revisión de temas muy concretos, y posiblemente propiciada por los recientes y trágicos acontecimientos sucedidos en el seno de
Teenage Bottlerocket y de la familia Carlisle: el fallecimiento de Brandon, hermano de Ray, y batería del grupo. Por otro lado, Ray también incluye una versión de
Ramones , “Pet Sematary”, que, la verdad sea dicha, no funciona todo lo bien que podría funcionar en eléctrico. No es una interpretación que le siente nada bien al tema.
En definitiva, “Do You Wanna Go To Tijuana?” nos ha servido para confirmar algo que ya intuíamos, y es que, si bien Ray, probablemente, no sea el único compositor en
Teenage Bottlerocket , es evidente que aporta la mayor parte de ideas a la banda, dadas las características de sus temas originales. También nos ha servido para saber, o intuir, cómo sonarían
Teenage Bottlerocket si un día decidiesen llevar a cabo la grabación de un disco en formato acústico. Más allá de eso, y de ser una escucha más o menos entretenida, el disco pasa sin pena ni gloria (las versiones, en ningún caso mejoran los originales). No obstante, si eres seguidor de
Teenage Bottlerocket , no dudes ni un sólo segundo en hacerte con él, porque disfrutarás con algunos de los temas que en él se incluyen.