Blink-182 han vuelto. Tras haber permanecido casi seis años en un estado de zombificación brutal, después de haber estado retrasando proyectos y fechas hasta la náusea, y tras haber demostrado una evidente falta de rumbo en sus dos últimas entregas, la banda ha decidido continuar adelante sin quien fue, sin duda, uno de los buques insignia del sonido del grupo, pero al mismo tiempo, el motivo por el cual
Blink-182 se había enterrado en vida en los últimos tiempos:
Tom DeLonge. Así, y en lugar de inmolarse por enésima vez, cancelando fechas en el estudio y conciertos,
Travis Barker y Mark Hoppus –en un arranque de decisión y valor que, francamente, muchos andábamos esperando- decidieron reclutar a Matt Skiba, de
Alkaline Trio , para poder tocar los conciertos programados en marzo de 2015 y ver, después, hacia dónde podrían dirigirse. Así las cosas, unos meses después, Barker, Hoppus y Skiba acabaron en el estudio junto a John Feldman, para componer y grabar “California”, su nuevo trabajo discográfico.
Y lo cierto es que, aunque hay que contextualizarlo, el resultado es espectacular. ¿Es “Califoria” su mejor disco? No, claro que no. ¿Es su peor entrega? Ni de lejos. ¿Qué es, entonces? Un milagro; un grandísimo disco que devuelve al grupo parte del estatus que habían conseguido alcanzar hasta 2005, y que se había disuelto después de divagar musicalmente en discos como “Neighborhoods” y “Dogs Eating Dogs”. Un LP que logra resucitar a un grupo que muchos dábamos por muerto. “California” es un álbum que se antoja como una refundación del sonido de la banda, recuperando elementos característicos de lo que les convirtió en lo que fueron (hay muchos ecos del sonido que practicaron entre 1999 y 2002), pero enfocando la propuesta en una dirección realmente ambiciosa y fresca, que recupera, también, algo del poso experimental de “Untitled”. “California” representa el abandono de lo presuntuoso, de las frases y descripciones grandilocuentes. Habla por sí solo, y antepone las canciones a cualquier promesa o descripción. Es un disco en el que
Blink-182 vuelve a dar un puñetazo en la mesa para recuperar lo que es suyo y venir a decir “así es como se hacen las cosas”. El grupo ha vuelto a bajar a la arena en la que se proclamaron líderes indiscutibles de lo que hoy conocemos como punk-pop de nueva ola, y ha venido a reconstruir el mapa general del mismo, algo de lo que, a buen seguro, tomarán nota bandas como
Simple Plan ,
All Time Low o
New Found Glory.
Así, en “California”, el grupo ofrece una paleta musical que, como decíamos antes, hace un buen resumen de lo que ha sido su carrera hasta el momento, al mismo tiempo que planta la semilla de lo que está por venir. En este LP, podemos observar a una banda enfocada, con buenas ideas, bien dirigidas, y mejor llevadas a cabo –algo que debemos al trabajo de John Feldman como productor-, consiguiendo así volver a sonar contundente y compacta. “She’s Out Of Her Mind” es un claro resumen de lo que es esta nueva etapa para
Blink-182: la canción que bandas como
All Time Low llevan intentando componer desde hace tiempo; un tema que recupera lo mejor de hace años, incorporando un sonido espectacular y añadiendo la presencia de Matt Skiba, una figura electrizante, catalizadora y explosiva, con una influencia considerable y un empaque descomunal. Alguien más o menos conocido en la escena, que ha logrado formar un binomio con Mark Hoppus absolutamente brillante. Lo mejor que podría haberle pasado a
Blink-182 , dadas las circunstancias. Por supuesto, hay muchas más canciones a tener en cuenta, como “Cynical” –y sus ecos a NUFAN-, “No Future”, “San Diego”, “Bored To Death”, o la sorprendente “Home Is Such A Lonely Place”. Hay estribillos y melodías muy buenas -“Left Alone”, por ejemplo -.
¿Se echa de menos a DeLonge en el combo? Bueno, si hablamos del Tom de 2003 hacia atrás, sí, por supuesto. De lo contrario, no, en absoluto; porque el resultado es que “California” nos parece uno de los mejores trabajos de
Blink-182: tiene todo aquello que el grupo había perdido.