Siempre se ha dicho que de los peores momentos surgen las mejores obras de arte. Bueno, aunque esto es discutible, y nos daría para realizar un artículo extenso analizando la obra de diversos artistas en diversos géneros, lo que parece indudable es que una de las principales fuentes de inspiración en la historia de la música ha sido siempre el desamor, y
Anthony Raneri tampoco ha escapado a este tipo de circunstancia. No obstante, la ventaja del músico frente al resto de mortales, es su capacidad para transformar o canalizar ese tipo de sentimientos en una forma de arte con la que llevar a cabo un proceso de limpieza personal. Y ése, parece, ha sido el camino transitado por Raneri a tenor de las letras compuestas para “Vacancy”, el nuevo trabajo discográfico de
Bayside , el séptimo de su carrera. Unas letras que suenan más directas que en otras ocasiones, más realistas y conectadas con las experiencias personales.
Así, y aunque este LP parece una continuación lógica de “Killing Time”-quizá, incluso más que de "Cult"-, se distancia en dos aspectos. El primero ya lo hemos comentado: las letras. Más directas y maduras, si cabe, que en discos previos. Y el segundo, el carácter general del álbum. Sin ser un disco excesivamente espectacular, adquiere un tono global de ecos trágicos, que roza lo teatral, algo que podrás comprobar en temas como “Not Fair”, por poner un ejemplo. No es que sea un aspecto excesivamente nuevo en el sonido del grupo, pero, sin duda, es algo que se ha acentuado en esta nueva entrega. En este sentido, “Two Letters”, tema con el que abren el disco, el grupo ya establece el patrón que va a regir el sonido global del álbum, con un sonido, como decimos, tendente a lo trágico y a lo oscuro, pero manteniendo el componente punk pop que tanto caracteriza a
Bayside. No es un álbum de autocompasión, sino un disco en el que ventilar y dejar correr, con algo de mala baba dejada en el camino, pero sin llegar a desprender rencor. Además, una de las cosas que nos ha llamado la atención tras varias escuchas, es que el LP, aun manteniendo un tono a lo largo de todas las canciones, muestra cierto grado de variedad en las mismas, algo que contribuye, al mismo tiempo, a proporcionar esa sensación de conjunto, a la vez que se ofrece un mínimo de variedad, que podrás apreciar en «It Doesn”t Make It True» o «The
Ghost ». La primera, especialmente, suena bastante distinta al resto del álbum y a mucho de lo que han venido haciendo últimamente. Un soplo de aire fresco que, sinceramente, y a tenor del resultado, se agradece.
En resumen, “Vacancy” exhibe todos esos elementos que hacen que
Bayside posean una identidad propia, aunque también es cierto que, para la ocasión -y teniendo en cuenta el lugar donde anidaron las canciones-, la banda muestra una faceta más oscura, más trágica -sin sonar llorona-, y con una ventana muy abierta al metal, algo que podrás comprobar en riffs y licks de guitarra como el que puedes escuchar en “Rumpsringa (heartbreak road)”. Pero, en definitiva,
Bayside siguen su camino, un camino que parece transcurrir paralelo al de sus fans, que va madurando disco a disco, y que lleva transcurriendo ya la friolera de 16 años. Y como decíamos, aunque no es un súper disco, suena honesto, maduro y familiar.