Desde Nantes, Francia, nos llega el nuevo disco de una banda sorprendente. Y, otra vez, el underground europeo vuelve a darnos un buen guantazo a mano abierta, porque, aunque a nuestro país no nos lleguen demasiado los ecos del panorama alternativo que está sucediendo a nivel continental –a no ser que vayas tú a indagar-, es un hecho que más allá de lo que pueda llegarnos con mayor potencia, hay muchas más cosas sucediendo a nivel local. En este caso, Papier Tigre nos traen una propuesta curiosa, en la que nos muestran su interés por el post-hardcore más enrevesado, anclado en el sonido de bandas como Fugazi o Quicksand , logrando un sonido propio muy retorcido, que se lleva el rock alternativo a terrenos muy extremos, incorporando en el camino elementos que convierten su música en algo extrañamente único.

Tanto es así, que en canciones como “Mood Trials”, por poner un ejemplo, hay secciones que puedan sonarnos a música contemporánea, proponiendo giros muy retorcidos, de esos que se hacen muy complicados de seguir en las primeras escuchas –bueno, y en terceras…-. En ese sentido “The Screw”, que es como se titula el álbum, hace honor a casi todas las traducciones posibles de la palara. Es un disco retorcido como la espiral de un tornillo, es un álbum complejo y, como otra de las acepciones anglosajonas dice, ‘jodido’ –escucha “A Matter Of Minutes”, si es que puedes soportar los primeros dos minutos y medio de la misma, y descubre cómo una banda puede retorcer su música hasta límites agobiantes, aunque el desenlace del tema, a partir del minuto cinco, te lleve a otro territorio-. De este modo, aproximarse a este álbum, y a temas como “Heebies Jeebies” o “The Other Me”, implica dedicarle el momento adecuado y el tiempo preciso. Sentarse y abrir la mente; empaparse y no pensar demasiado, dejar que la música fluya para ver cómo afecta a nuestro cerebro. A partir de ahí, uno ya decide si le gusta o no –porque, sinceramente, no es un tipo de música que vaya a enganchar a todo el mundo-. En el viaje, de paso, podrás percibir muchos más detalles de los que, quizá en primera instancia pensabas que podía haber en las canciones.

El panorama global del disco es, para intentar ofrecer una imagen más precisa, como si un ensemble de música contemporánea hubiese decidido hacer un disco de rock, pero respetado la idiosincrasia de la contemporánea. El resultado es un disco salvaje, complejo, melódico tabién, con pasajes que divergen mucho los unos de los otros, yendo del minimalismo más extremo, al despliegue de distorsión más agresivo, pasando por secciones en las que sólo un patrón rítmico sostiene el tema en cuestión; y la sensación que se te queda es la de estar escuchando algo absolutamente experimental.

Así pues, la conclusión a la que llegamos es que esta banda, y este disco, para ser más concretos, no son para cualquiera. Ni tienen por qué serlo. A nosotros nos ha costado digerir la propuesta planteada por Papier Tigre –y, por ende, nos ha costado horrores poder establecer una nota para el LP-, aunque, al mismo tiempo, nos ha parecido un interesante ejercicio, tanto desde el punto de vista del músico que va en busca de nuevos límites, como desde el punto de vista del oyente, que, gracias a bandas como ésta, recibe nuevos estímulos que le hacen cuestionarse muchas cosas.

Si decides escucharlo, ánimo.