Bad Religion , padres del punk rock actual, mensajeros con conciencia activa y política, creadores de muchos de los mayores himnos del género, que han trascendido las fronteras del punk y se han trabajado una personalidad fuerte, distinta, se habían estancado.
Su fichaje por Sony dio dos grandes discos, Stranger Than Fiction y The Gray Race, pero sus dos siguientes, No Substance y The New America no respondieron a lo geniales que habían sido hasta entonces. Con el contrato acabado y con aires de disolución,
Greg Graffin llamó a su viejo socio y fundador del grupo Brett Gurewitz (jefe de Epitaph), para volver con ellos. Él acepta y se viene con él un excelente nuevo bateria, Brooks Wackerman (Vandals) y el grupo vuelve a su casa, Epitaph. Todo esto crea una espiral de frecura en torno a ellos que se plasma en un excelente disco.
The Process Of Belief es un acto de fe punk, con canciones demoledoras (el trío inicial es memorable), medios tiempos preciosos e inspiradísimos (Sorrow, Epiphany) y demostraciones rockeras impecables (The Defense).
Un disco fresco, crítico y de calidad indudable, un retorno al mejor
Bad Religion , un clásico del siglo XXI. Un disco clave en la recuperación de un monstruo, confirmado más adelante con The Empire Strikes First