Cualquiera que ha ido siguiendo a
Green Day desde sus inicios sabre que
Billie Joe Armstrong, es un tipo al que le gusta andar picoteando fuera de su banda principal –musicalmente hablando, se entiende-. Y es que ya desde los años 90, cuando
Green Day era una prometedora banda que había publicado algunos primeros EPs, Billie Joe andaba trasteando con otro grupo llamado
Pinhead Gunpowder, en el que compartía escenarios con compañeros como Jason White, quien, a la postre, acabaría integrándose a Geen Day tiempo después. Así, años más tarde, Billie ingenió
The Network, un grupo de música predominantemente electrónica compuesto, fundamentalmente, por los miembros de
Green Day; y también
Foxboro Hot Tubs, una banda orientada al garaje rock formada, igualmente, y entre otros, por Mike Dirnt y Tré Cool –que, a la postre, serviría como germen para desarrollar el concepto de la trilogía “UNO”, “DOS” y “TRÉ”, aunque con bastante menos fortuna-.
Así, y en pleno 2018, Billie Joe sorprende con otra banda, esta vez sin la presencia de Mike Dirnt, Jason White o Tré Cool, aunque contando con la ayuda de dos de los músicos de directo que
Green Day se lleva de gira en los últimos años. Se trata de
The Longshot, un proyecto que, de algún modo, nos retrotrae a
Foxboro Hot Tubs, pero interpretado desde un enfoque muchísimo más vinculado al pop que al garaje rock, y bajo una perspectiva mucho más relajada. Algo que, en realidad no nos sorprende, porque, si bien es cierto que
Green Day, en los últimos años, han sido diseccionados y puestos bajo el microscopio –especialmente tras la excesiva trilogía, que fue un fracaso comercial y, en parte, artístico-, cuando su líder se desprende de la marca y actúa de forma independiente, su música adquiere un enfoque distinto. Pongamos un ejemplo: para muchos, “UNO”, “DOS” y “TRÉ” fueron absolutos despropósitos, especialmente por el hecho de haber tratado de expandir el sonido del grupo y de experimentar con él mirando en tres direcciones diferentes, cuando la realidad es que, más bien, lo que le sobraba a esa trilogía eran temas. O, dicho de otro modo: lo que faltó es un poco de humildad y haber extraído lo mejor de esos tres LPs para haber publicado un señor disco. Pero esto sucedió, sobre todo, por ser un proyecto vinculado a un nombre como
Green Day. Cuando esto sucede bajo otro nombre, ocurre casi lo contrario –como es lógico, por otra parte-. Ese es el caso de “Love Is For Losers”. Es un ‘simple’ disco de pop rock y rock ‘n’ roll, pero estamos seguros de que va a ser juzgado positivamente por el simple hecho de no estar vinculado a
Green Day, más allá de que su cabeza visible sea Billie Joe. Como decimos, es algo totalmente lógico y normal, pero no deja de llevarnos a reflexionar acerca de prejuicios, preconcepciones y expectativas a la hora de valorar el trabajo de una banda.
En cualquier caso, este álbum es un trabajo muy disfrutable. Se percibe la libertad del grupo a la hora de hacer lo que les da la gana, y en particular de Billie Joe de poder dar rienda suelta a otras facetas musicales a la hora de componer canciones. Como resultado, tenemos temas como “Kill Your Friends”, “Chasing A Ghost” o “Love Is For Losers”, por poner algunos ejemplos –este último, con ciertos matices en la producción podría haber sido, perfectamente, un nuevo single de Green Day-; y el conjunto, aunque sin ser un alarde de nada (tampoco creemos que haya sido esa la intención), resulta, como decimos, un álbum muy disfrutable y agradable de escuchar. Ligero, pero fresco, al tiempo que recupera ciertas influencias del rock ‘n’ roll más clásico.
No obstante, tampoco tenemos la impresión de que la banda vaya a tener mucho más recorrido. Tampoco es nada nuevo. Los anteriores proyectos que Billie Joe ha emprendido, con o sin el resto de miembros de
Green Day, se han desvanecido tras la publicación de un álbum y algo de gira. Quizá sea el modo de poder liberar esas inquietudes compositivas que no encajarían en
Green Day, al tiempo que le da margen para continuar experimentando y poner sus influencias musicales en perspectiva.