Vamos a ponerlo fácil desde el principio para que no haya lugar a dudas, aunque posteriormente vayamos a desarrollar algunas ideas. Si eres fan del punk pop más actual, “Living Proof” te va a gustar, porque es más de lo mismo. Sin embargo, si eres de los que este tipo de bandas le suenan todas a lo mismo, prefiere el punkpop de décadas anteriores, y está cansado de clones de
All Time Low y bandas similares, este álbum no va a encajarte en absoluto. Puede sonar demasiado polarizado, pero lo cierto es que nos da la sensación de que va a ser el modo en que la gente reaccione, en general, a este álbum. Lo más curioso, sin embargo, es que la nota de prensa rece lo siguiente: “durante la última década,
State Champs se han convertido en actores principales en el mundo del punkpop, ayudando a definir el género para las nuevas generaciones de fans”. ¿De veras?
Pues no.
State Champs suenan exactamente igual que cualquier otra banda de su generación, y así lo han hecho desde el principio, bajo la sombra de grupos como los ya mencionados
All Time Low. Ni más ni menos. Pop rock perfectamente maquillado -producción mediante- para camuflarlo como punk pop. Que, cuidado, habrá momentos en los que cuele, pero vaya… a poco que uno se preocupe por investigar en el punk pop (desde los años 70 con
Ramones hasta que la cosa empezó a irse de madre), va a darse cuenta de que esto podría ser cualquier cosa menos punk pop. Y sí, vale, que las etiquetas tal y cual, y que muchas veces resulta harto complicado definir géneros –y que tampoco es algo que nos importe demasiado-, pero personalmente estamos bastante hastiados de tener que comulgar con piedras de molino, como suele decirse. Las agencias de comunicación podrán decir lo que quieran, las notas de prensa podrán inventarse lo que gusten, pero al césar lo que es del césar. Si en su día criticamos que en los años 2000 hubiese una corriente de pop que, tras pasar por chapa y pintura, se insistiese hasta la saciedad en llamarla emo –cuando no tenía nada que ver con ese género-, hoy en día criticamos lo mismo con respecto a este tipo de sonido y de bandas a las que la industria se empeña en incluirlas dentro del punkpop. Que el hecho de incluir palm mutes, octavas, estribillos explosivos y una producción pasada de rosca, no te convierte automáticamente en una banda de punkpop. Quede claro. Además, en realidad, no sabemos cuándo ni por qué todo eso acabó asociándose al género.
En la grabación de este álbum ha participado gente como John Feldmann, Mike Green y Kyle Black, y aunque la banda afirma que el motivo para ello, o la intención principal, era aportar al disco la habilidad de Feldmann de crear hits -sin perder de vista sus raíces-, nosotros seguimos intentando entender dónde está la diferencia entre unos y otros. Porque si tuviésemos que hablar de clichés, en “Living Proof” se dan todos y cada uno de los clichés que hacen del punkpop de última hornada el pastiche tan sumamente aburrido, repetitivo y sin personalidad que se repite grupo a grupo y disco a disco. También es verdad que algunos temas, como “Something About You”, pueden tener mayor capacidad para atraer tu atención y quedársete pegados al cerebro, aunque sólo sea a base de repetir un estribillo hasta la saciedad. Es decir, hay algún momento en el que piensas “bueno, tampoco está tan mal”, pero son los menos.
A estas alturas, seguro que muchos no habéis acabado de leer la reseña, o sí lo hayáis hecho, pero no estéis de acuerdo con lo que nos ha parecido el disco. Es respetable, pero a nosotros -sin ser esto un ataque a la banda, ni mucho menos- es lo que nos parece.