Siempre se ha dicho que dependiendo del modo en que uno resuelve sus problemas -o la tensión producida por una situación que, quizá, no es la más adecuada en un momento determinado-, va a resultar la forma en que madure como persona, dando como producto una mejor versión de uno mismo. Cuando esto lo aplicamos a la música, es algo que se hace más evidente todavía. Todos conocemos casos en los que los problemas de un grupo han llevado a éste a producir algunos de sus mejores discos. De situaciones inestables, o incluso dramas, se han obtenido verdaderas obras de arte: álbumes que han quedado para la historia.
The Cure , aunque con matices, no estuvieron exentos de problemas internos en el grupo, especialmente tras la publicación de “Disintegration” y la gira que siguió a aquél disco. Así, y como Robert Smith tenía claro que la banda debía solucionar las tensiones internas antes de continuar hacia adelante, decidió ponerse a revisar algunas de las mezclas de algunos temas del grupo, experimentando con ellas, y tratando de diseñar un trabajo que, sobre la base del trabajo anterior, pudiese dar un aire más moderno a las canciones del grupo. Así, y ya en 2018, Smith ha llevado a cabo una labor de revisión y remasterización de aquél álbum de remezclas, percatándose de que, según iba trabajando sobre las canciones, las nuevas mezclas resultaban mejores que las antiguas, extendiendo el experimento a un puñado más de temas, dando como resultado un triple CD de remezclas, que nos muestra una versión expandida del álbum original; un álbum que, no lo olvidemos, contribuyó a ‘redibujar’ el mapa sonoro e identidad de una banda que, para muchos, estaba empezando a agonizar. Smith consiguió poner en perspectiva el presente y el pasado de
The Cure , para proyectar un futuro que, si bien alteraba sustancialmente lo que muchos entendían que eran las bases del sonido del grupo, acabó consolidando los pilares de la formación. Y he ahí su triunfo.
Así, y unas cuantas décadas más tarde, como decíamos, la banda ofrece una versión remasterizada y ampliada de aquél trabajo discográfico. En ella encontramos el disco original remasterizado, “Mixed Up”, junto a dos discos más: “Remixes 1982-1990”, y “Torn Down: Mixed Up Extras”. Dos CDs que ofrecen una expansión brutal del lanzamiento original, agrupando, además, algunos de los singles sueltos que la banda fue publicando tras la edición original de “Mixed Up”, pero que nunca fueron recopiladas en un mismo disco.
Y escuchando con detalle el disco original, puedes darte cuenta de que Robert Smith tuvo algo de visionario. Para muchos esto será algo evidente, pero si aún tienes dudas, presta atención a “Mixed Up” y podrás escuchar en él un montón de detalles que, aún a día de hoy, muchos artistas deberían estar agradeciendo a
The Cure –incluidas bandas estatales de los 90-. La música electrónica de la actualidad es una grandísima deudora de grupos como éste o Depeche Mode. No obstante, no recomendamos tampoco que éste sea tu primer acercamiento a la banda. Lo ideal sería, si no lo has hecho aún, tratar de ir descubriendo la discografía de
The Cure disco a disco, respetando, a ser posible, el orden natural de sus álbumes, entendiendo el contexto en el que fueron producidos y publicados, porque sólo así podrás comprender el verdadero sentido de “Mixed Up” y el rol que éste álbum juega dentro de la carrera discográfica de la banda.
No nos atreveríamos a decir que “Mixed Up” sea un imprescindible, ni tampoco que sea el álbum más representativo de
The Cure –ni una obra maestra para la posteridad-, pero sin duda alguna es una de las piezas claves para entender a la banda y el modo en que ha evolucionado su sonido a lo largo de los años. Y es ahí, precisamente, donde radica su importancia.