Aquellos que hayáis venido siguiendo los adelantos que
The Story So Far han ido publicando durante este verano, ya tendréis una opinión formada acerca de cuál puede ser el enfoque que la banda ha querido dar a “Proper Dose”. Sin duda, desde el principio, se percibe un cierto cambio de aires y de enfoque. Se adivina una intención clara: la de redefinir los límites de su sonido, y la de redibujar, quizá, su proyección hacia el futuro. O, dicho de otra manera: tratar de reinventarse para no caer en ese limbo en el que caen tantas bandas de punkpop (especialmente las de última hornada). Lograr evolucionar, sin perder de vista lo que les define como banda, y tratar de crecer musicalmente. Algo que, sin duda, resulta de lo más loable.
La clave está en valorar si la banda lo ha logrado, o si ha logrado algo en concreto. Y la respuesta, tras haber escuchado el disco unas cuantas veces –y seguro que estarás más o menos de acuerdo con nosotros-, es que sí, aunque con algunos matices que vamos a detallar. Es decir, por un lado,
The Story So Far siguen sonándonos familiares. Lo que nos presentan en “Proper Dose” es coherente con lo que sus discos anteriores muestran, el sonido global del disco tiene cierta continuidad con respecto a sus predecesores, y mantiene los rasgos más básicos del grupo. Pero al mismo tiempo, es capaz, como decíamos, de llevar un poco más allá los límites de la propuesta estilística de la banda, llevándola hacia un terreno menos constreñido del que vienen. Vaya, que abren fronteras hacia sonidos más estandarizados, por decirlo así, sin que esto sea un aspecto negativo: miran descaradamente al poprock.
En general, tanto por el viraje estilístico, como por la tonalidad general del álbum y el contenido de algunas letras, el disco suena más maduro que los anteriores trabajos del grupo e, incluso, con cierto poso oscuro. Hay algo de introspección en todo ello. Es como si “Proper Dose” estuviese buscando justo eso, la dosis apropiada de lo que fueron en el pasado, para combinarlo con lo que quieren ser en el futuro. Y todo ello, a tenor de los matices que pueden escucharse en el LP, suena más como un proceso de búsqueda que como una mezcla de estilos. Es decir, que no es que estén metiendo en la batidora un puñado de influencias para dar con algo diferente o con un refrito resultón, sino que lo que entregan en este disco es más el resultado de un proceso de búsqueda y experimentación con su propio sonido. Andan buscando algo, y el resultado, de momento, es este.
Tampoco queremos que suene exagerado.
The Story So Far son lo que son, y “Proper Dose” es lo que es: nada nuevo bajo el sol si pensamos en términos generales, musicalmente hablando. Sin embargo, si comparamos a pequeña escala con el pasado de la banda, supone un paso adelante en cuanto a propuesta musical se refiere. Lo bueno, es que no suena nada forzado, ni parece caer en los típicos recursos o tendencias del momento, lo cual ya es una buena señal, y supone lo que podría ser un primer paso en la buena dirección si lo que la banda pretende hacer es madurar. Y es que, de algún modo, “Proper Dose” parece un reflejo de la evolución que ha seguido la propia escena que vio crecer al grupo y que, es evidente, ha cambiado bastante en los últimos tiempos.
Sin embargo, aún no está todo dicho, dando la impresión de que aún hay mucho trabajo por hacer… eso por no mencionar que la etiqueta que pesa sobre sus espaldas es demasiado pegajosa como para deshacerse de ella de un plumazo (si es que esa es la intención, claro). Cosa que, por otro lado, es totalmente lógica, ya que, aunque en esto de la música no hay nada cerrado ni definitivo, existen géneros -y fans de esos géneros- que son muy resistentes al cambio. Así que lo interesante va a ser ver hacia qué dirección deciden mirar desde este nuevo punto de vista que han creado con este álbum.