Si eres seguidor de los suecos
Ghost , e independientemente de si “Prequelle”, su disco más reciente, te gustó más o menos, “Meliora” es un disco crucial para entender éste y la evolución que ha seguido la banda en los últimos años. En otras reseñas del grupo ya explicamos que
Ghost es un grupo cuya evolución musical (muy bien pensada y premeditada) es brutal. De su debut “Opus Eponymous”, en el que se dejaban llevar por un sonido cercano al stoner y a bandas como
Black Sabbath , han pasado a una propuesta que se mira de forma descarada en el hardrock clásico y heavy metal de los 80 y 90. Y todo eso sucede porque ha habido dos entregas entre medias que han ido moldeando la intención. La primera (segunda en el orden de su discografía), “Infestissumam”, de la que ya hablaremos en su reseña; y la segunda, el álbum que nos ocupa (tercer disco de su carrera), “Meliora”.
En él, la banda trata de recuperar el núcleo de aquello que hizo a “Opus Eponymous” tan sorprendente y atractivo, pero le añade una vuelta de rosca, introduciendo ese poso proveniente del heavy metal , y recupera el espíritu más siniestro que dejaron de lado en “Infestissumam” (disco al que, algunos, han calificado como de pop rock), que, efectivamente era notablemente más accesible que su predecesor. Sin embargo, en “Meliora” hay melodías muy bien trabajadas (bueno, en realidad, esta es una seña de identidad de
Ghost ), pero musicalmente recupera bastante contundencia. En este sentido, vuelve a las líneas de bajo con groove, y a ese tono global que nos recuerda, de nuevo, a
Black Sabbath , pero también a Deep Purple. Y aunque, a priori, esas dos bandas, puestas en una misma línea de texto, puedan chirriar,
Ghost consiguen que tengan sentido.
Por otro lado, resulta la mar de curioso y revelador volver a escuchar los discos en orden cronológico una vez te has hecho con la última entrega, porque te da una imagen bastante completa del plan maestro que Tobias Forge parece tener trazado para
Ghost. Cuando ya has asimilado “Prequelle”, y vuelves a recorrer su discografía, empiezas a comprender por dónde van los tiros, aunque, al mismo tiempo, da la sensación de que queda mucho por revelar. Llama mucho la atención que haya algún pequeño arreglo en “Meliora” que se recupera en “Prequelle”, pero bajo una aproximación radicalmente distinta. Por ejemplo, “Spoksonat” es una pequeñísima e inquietante pieza minimalista que evoca a la música antigua y barroca, pero que se tranforma en un riff totalmente endemoniado al final de “Rats”, tema con el que
Ghost abre “Prequelle”. Parece obvio que existe una conexión entre todos los discos, y que ésta no es casual.
Con todo esto, y aunque pueda sonar todo muy pomposo, que la descripción no os lleve a engaño: en “Meliora”
Ghost logran entregar una colección de canciones muy pegadizas. Sí, recuperan la contundencia y la oscuridad, pero se muestran más pegadizos que nunca (al menos, hasta la publicación de “Prequelle” en 2018). Y en este punto, hay muchas personas preguntándose qué es exactamente lo que
Ghost puede ofrecer al metal. En nuestra opinión, no creemos que ese deba ser el objeto de debate en sí, ya que, de lo contrario, hoy en día casi ningún disco merecería la pena (ya está todo inventado, vaya). Sin embargo,
Ghost tiene un encanto especial: el de recuperar modos y sonidos de hace unas décadas para traerlos a la actualidad, imprimirles su sello personal, y empaquetarlos a su modo. En ese sentido ya están aportando mucho más que centenares de grupos. Lo que se desprende de
Ghost es que detrás de todo ello, hay una cultura musical extensa y cultivada (aunque eso mismo provocase que “Infestissumam” sonase un poco disperso con respecto a su predecesor), algo que sólo puedes entrever en determinados detalles que pasan casi inadvertidos, pero que marcan la diferencia con respecto a bandas coetáneas.