El Black Metal siempre fue y será para minorías. Y no es de extrañar, es uno de los estilos musicales más agresivos, oscuros y menos luminosos que existe. Hasta para mí, que quiero pensar que me gusta, me es difícil abordarlo en todas sus vertientes. Que tiene muchas, por cierto.
Dentro del estilo, hay muchos subestilos, y el Black Metal Sinfónico es de los más accesibles para todo aquel que quiera iniciarse en estas propuestas.
Como dije, el Black siempre será para minorías, pero si hubiera que nombrar a la banda que está más cerca del mainstream esa sin duda son los noruegos
Dimmu Borgir.
Este trabajo es único, lo más sinfónico, melódico y accesible que ha parido el género.
Los puristas dirán que son demasiado melódicos, pero negar el talento de esta banda y lo grandioso de su música es negar la evidencia. Gustos a parte.
Es sorprendente como consiguieron coger toda la agresividad del género y cubrirla con toda esa melodía y sinfonía que da como resultado uno de los trabajos de metal más grandes que han salido de Noruega. Y ya es decir.
Todo este Enthrone Darkness Triunphant está lleno de grandes canciones llenas de oscuridad, sinfonía, y mucha belleza.
Es raro juntar en la misma frase oscuridad y belleza, pero así es,
Dimmu Borgir consiguieron algo impensable dentro del género.
Canciones llenas de melodía cuidadosamente estudiadas. Por ejemplo, Mourning Palace o In Deaths Embrace son dos piezas redondas y de lo más accesible del trabajo. Los teclados y la parte sinfónica juega aquí un papel fundamental, como en Entrance, otra pieza exquisita y de cuidadosos detalles que harán las delicias del oyente.
Si queremos Blast Beat y Black Metal más primitivo y directo también lo hay en Master of Dhisarmony o en Tormentor of Christian
Souls.
Otra de las grandes cualidades del trabajo es su estupenda producción, nítida y limpia, que precisamente, en los orígenes del género no fue una de las cualidades que imperaban precisamente.
Fíjate si es sorprendente este disco que los noruegos se atrevieron a cerrarlo con una especie de balada blackmetalera con A Succubus in Rapture, algo inaudito en el género.
Una propuesta rompedora, que demostró que el Black Metal podía evolucionar y aportar mucho más.
Un disco lleno de oscuridad y fuerza, de melodías, teclados sublimes.
Una banda que se atrevió a buscar en la fría y tenebrosa oscuridad de la noche algo de luz y belleza, para decirle al mundo que no todo es blanco o negro, y que hay muchos grises en medio para disfrutar.