Coincidiendo con las remasterización de sus cinco primeras grabaciones en el 2004, es un buen momento para los desalmados que no los conozcan, hacer un master en Bad Religion.
No Control es uno de sus estandartes, de grupo pero también un disco clave dentro el punk rock de la forma que lo conocemos ahora. Después del revolucionario Suffer (1988), No Control (1989), prosiguiendo un momento creativo sencillamente impresionante, aprofundizó en el sonido
Bad Religion (ese beat salvaje constante, con un toque melódico exquisito) con 15 temas en 26 minutos, de una calidad espasmódica, que han marcado generaciones de punk rockers e influenciado la inmensa mayoría de grupos posteriores en mayor o menor medida. Mezclando más que nunca la voracidad frenética de sus canciones con un mensaje constructivo, inteligente, culto y poético. Canciones adictivas, que nunca cansan, esos discos cercanos a la perfección que nunca se hacen viejos.
Change Of Ideas, Big Bang, No Control, I Want To Conquer The World, You... Canciones que han pasado a la categoría de himnos.
Un disco para ponerse las pilas, una delicia brutal que no conoce de modas, una obra de maestros absolutamente imprescindible.