¿Cuanto tiempo es el adecuado para madurar un disco y publicarlo en su mejor versión posible? No existe respuesta correcta para esto, pero en los 5 años que ha tardado
Four Year Strong en sacar este Brain Pain desde el self-titled de 2015, podemos aseguraros que la banda ha conseguido llevarlo a un nivel notabilísimo.
12 canciones que, tras escucharlas en el orden preestablecido por los músicos, demuestran un trabajo invisible de planificación, composición y maduración. Tiempo han tenido. Experiencia, también. Talento, por los cuatro costados de sus cuatro componentes. Ya se dejaba entrever un mes antes de su publicación con los dos singles deslizados como anticipo: Taking Myself In Circles y la que da nombre al disco, Brain Pain. El primero, un tema mucho más universal, para los fans y también para oídos menos acostumbrados al sonido
Four Year Strong. El segundo, más potente, más rocoso, cargado de energía.
Y sin embargo, una vez dejadas estas dos canciones atrás, el disco ofrece mucho más de todo. Más sonido ‘easycore’ con su apertura, It’s Cool. Más ritmo ‘all audiences’ con Get Out Of My Head, Más adictivo con Crazy Pills. Más divertido con Learn to Love the Lie. Más emoción con la balada Be Good When I’m Gone. Más experimentación con el cierre Young al Heart.
Un buen puñado de razones para dar una oportunidad a una banda que es imposible que te deje indiferente. Una frase para convencerte de que escuches Brain Pain: Estamos, probablemente, ante el mejor trabajo de la carrera de
Four Year Strong.