No miento cuando confieso que "Guerrilla", el anterior LP de Ebri Knight, ha sido el CD que más ha sonado en el coche familiar en los últimos dos años. Por eso habían muchas expectativas respecto al siguiente disco del sexteto del Maresme y ahora podemos decir con tranquilidad que las han cumplido de sobras.
En su quinto álbum Ebri Knight siguen exprimiendo una fórmula que funciona muy bien: música punk-folk apoyada en la sección de vientos y cuerdas (flauta, violín, violoncelo, mandolina, tin whistle) y un mensaje combativo y reivindicativo expresado con unas letras poéticas. Pero en "Carrer" hay varias canciones que se salen de la norma: "Tot el que ens queda", "Tornar" y "Al vostre costat", que son más tranquilas y desprenden un carácter acústico de lo más folkie. Son el contrapunto perfecto a las más festivas ("La Fira", "Palau de vidre", "Estima la música, odia el feixisme") y también a las más épicas de su repertorio reciente: "Pau", "Carrer" o "La Pacha", que es la única cantada en castellano en este disco. Tambié habría que destacar con mayúsculas la canción "Supervivència", un tema redondo que crece mucho gracias a la colaboración de las raperas flamencas de Ketekalles.
Grabado y mezclado en el Atomic Studio de Ondara (La Marina Alta, Alicante) durante el verano pandémico de 2020, "Carrer" ha visto la luz gracias a las aportaciones de casi 700 micromecenas cuyos nombres aparecen listados en el libreto del CD. Yo también les agradezco personalmente su generosidad porque, sino, tal vez no podríamos disfrutar de las nuevas composiciones de estos juglares actuales que son lo más parecido que tenemos aquí a los bostonianos
Dropkick Murphys.