Estamos en 1999. Y
Blink-182 lanza “Enema Of The State” dos años después de darse a conocer de forma masiva en USA con “Dude Ranch” y gracias al contrato con MCA. Éste iba a ser el disco que les lanzase de forma definitiva a la fama mundial, apartándoles un poco de sus raíces más punk-rock y acercándoles más al sonido punk-pop. Y curiosamente, lo que les catapultó definitivamente a la fama, les apartó de cierto sector de sus fans más “tradicionales”. Para aclararnos, Enema Of The State es para
Blink-182 lo que Dookie para
Green Day (salvando las distancias, que hay unas cuantas).
El disco en si es una colección de canciones punk-poperas de lo más pegajosas y veraniegas, muy ligadas a la corriente patinetera y gamberra que surgió por aquellos años con grupos como Blink 182,
MxPx , o películas como American Pie (cuyas bandas sonoras se basaban en estos grupos) y que luego continuarían
Simple Plan y compañía, y volviendo a salvar las distancias.
En este CD encontramos algunos de los himnos más aclamados de la discografía de
Blink-182 , como Dumpweed, Aliens Exist, What’s My Age Again, Adam’s Song o la conocidisima All The Small Things entre otras.
Y de la música? encontramos una producción brutal, un sonido excelente y al nuevo baterista,
Travis Barker (tras el abandono de Scott Raynor) que, queramos o no, dio un giro de 360 grados al sonido de blink, gracias a su conocido dominio de la bateria, que impregna al sonido del album. Lo cierto es que el disco no decepciona si no buscas demasiadas complicaciones y si sólo quieres pasarlo bien, y engancha, porque tiene melodía pegajosa por un tubo. Para muchos, no está a la altura de Dude Ranch. Yo diría que es distinto, un punto de inflexión.