Éste es otro de esos regresos esperados. Por una parte porque
Thrice ya se ha ganado el respeto dentro del hardcore y generan expectación por defecto; y por otro lado porque con Vheissu, que así se titula, la banda ha tratado de generar expectación a través de su web mediante un diario de estudio y pequeñas escuchas. Así se nos presenta Vheissu, casi como un hijo pródigo. Pero merecido todo ello.
Lo que está claro al escuchar los primeros cortes de Vheissu es que el don de la experimentación sin caer en la copia a otras bandas o a uno mismo está reservado a muy pocos músicos, y podríamos decir que
Thrice tienen un hueco reservado en ese Olimpo. El disco no emite música. Emite sensaciones, genera un ambiente a tu alrededor, crea una atmósfera densa aderezada con instrumentación novedosa tratándose de
Thrice. Image Of The Invisible, la primera canción, ya nos avisa de en que terreno nos adentramos, algo distinto, mas oscuro. Hecho que corroboraremos en cuanto por nuestros sentidos desfilen Atlantic, For Miles (con una linea de piano preciosa), Music Box, o Red Sky. No podemos dejarnos ninguna, es injusto destacar una canción sobre otra en este disco, todas se complementan sin caer en la linealidad. En algunos momentos dejan bien patente la influencia que han recibido de
Muse , pero a su manera, y que manera...
No obstante, admitiremos que es un disco denso. Puede ser algo indigesto para oídos finos, pero es de lo mejor (si no lo mejor) de 2005. Es indispensable leer las letras. Este disco es enorme, aunque distinto a todo lo anterior. Y tal vez merezca la nota mas alta.