The Suicide Machines están de vuelta con su nuevo disco ‘War Profiteering Is Killing Us All’. Y con él vienen a confirmarse como una de las bandas punk más rabiosas y comprometidas políticamente en todas y cada una de sus canciones. Y lo dejan bien patente desde la primera canción del disco, la cual da el título al CD. La forma en que el vocalista escupe literalmente las palabras es sencillamente brutal, y tienes la sensación de que te está gritando en la cara mientras te levanta el dedo corazón de una de sus manos. Y todo esto dedicado, como no, a la situación actual del mundo, y concretamente de su país natal.
Musicalmente el disco mezcla punk,punk-rock y ska y de una forma muy eficiente. Sí, existe lo melódico, de hecho, la segunda canción del disco (Capitalist Suicide) poco tiene que ver con los gritos que Jay emite en la primera (aunque se repitan en canciones como Capsule. Y así se suceden las canciones, alternando ritmos frenéticos con estribillos melódicos pero no menos rápidos, y con el espíritu ska sobrevolando el disco. Y ya que hablamos de influencias, pues no se nos escapa el fantasma de
Rancid , por ejemplo, e incluso
Operation Ivy.
The Suicide Machines han logrado un disco rotundo. Directo y potente, con las cosas muy claras. Si lo quisieramos empaquetar y definir, la etiqueta de hardcore (más o menos melódico) le va al pelo, y si encima lo condimentamos con un poco de ska, ya lo acabamos de redondear.
Quien piense que Anti Flag son los jefes en esto de hacer punk-rock criticón y duro… no han oído a
The Suicide Machines.