Strung Out es una de las bandas más antológicas del melódico y lo confirma el hecho de que durante su larga carrera, cada álbum ha logrado como mínimo igualar a su antecesor, manteniendo su esencia, actualizando su sonido.
Su nuevo trabajo no es la excepción que confirma la regla, aunque parezca atrevido realizar semejante afirmación si nos dejamos llevar por las primeras impresiones (la pérdida evidente de velocidad y la poca pegada de primeras pueden asustar a los más desconfiados). Nada más lejos de la realidad, y es que cada uno de los temas respira inspiración y vida propia, personalidad de acero sustentada en poderosas estructuras épicas y ligeramente abstractas, de complicada accesibilidad.
El aspecto técnico por su parte, queda si cabe aún más acentuado: atención a los vertiginosos punteos de temas como Calling (opertura), Orchid y Misión Statement. Jordan Burns a la batería combina con maestría elementos de metal, hxc melódico y punkrock, dejando de banda algo de la contundencia de Exile In Oblivion, ganando en fluidez.
Atrevidos medios tempos como
All The Nations o Dirty Little Secret (piano inclusive) confirman la variedad de recursos de la que hacen gala estos veteranos para reinventar su estilo.
Jason Cruz sigue aportando esa característica voz, esencia y sello de distinción de
Strung Out y las inteligentes líricas de fuerte contenido emocional, social y crítico a la política estadounidense.
Blackhawks Over Los Angeles es una pieza imprescindible del melódico, tremendamente compleja y densa, algo que podría sonar ciertamente contradictorio dada la sencillez que caracteriza este estilo, pero e aquí amigos la esencia de la revolución.