Protest the Hero sentaron con Kezia unas peculiares bases con la caótica estructura de las canciones y una técnica fuera de lo común para músicos de su edad. Su segundo larga duración, levanta sobre esas bases composiciones más trabajadas, más pegadizas (adjetivo polémico hablando de la música progresiva), con el objetivo de llegar si cabe aún más lejos. Y es que el álbum transmite la constante sensación de que esta vez el sonido ha sido elaborado con más calma, siendo conscientes cada uno de los miembros del grupo de su potencial, planificando hasta donde querían llegar y sobrepasando esa línea en incontables momentos de auténtica brillantez.
La producción al mismo tiempo ha mejorado hasta niveles insospechados, potenciando la fantástica voz de Rody Walker, cubriendo en esta ocasión registros más amplios, y las guitarras eléctricas, superiores (sí, habéis leído bien, superiores) al alabado Kezia.
Imposible resaltar un tema también de Fortress, ya que funciona todo como un conjunto inseparable, (no deja de ser un disco conceptual), aunque aquí viene el punto más cuestionable: las líricas, pero no por su falta de calidad, de la cual rebosan por los cuatro costados, si no porque en esta ocasión no narran una historia; se dedican a exponer una serie de ideas un tanto abstractas, de una comprensión no del todo asegurada, lo que resta algo de coherencia al álbum, aspecto que queda bastante compensado por (como hemos mencionado ya antes) la tremenda calidad de las composiciones.
Una obra maestra absoluta, de nuevo de muy difícil accesibilidad, pero vale la pena; ahora ya podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que nos encontramos ante una de las mejores y con más proyección bandas de la actualidad.