Han pasado siete años desde que
H2O editasen su último disco, les ha costado pero han vuelto. Y de algún modo, lo han hecho retomando un poco sus orígenes, apostando por lo sencillo, directo y rápido. Han optado por la honradez con uno mismo, huyendo de las complicaciones innecesarias y los tecnicismos carentes de sentido y puramente ornamentales, retomando lo que dejaron años atrás, mucho antes de que editasen ‘Go!’ (un disco que intentaba ser más poppy y mainstream) y que no fue recibido demasiado bien por la crítica ni por los fans, de modo que intuimos que los fans de antaño se alegrarán de recuperar el viejo espíritu.
‘Nothing To Prove’, producido por Chad Gilbert (New Found Glory) mama del hardcore más auténtico, bebe del alquitrán neoyorquino, recuperando la acidez y la velocidad que caracterizaron los inicios de
H2O (el disco dura apenas media hora). Probablemente sean las tres primeras canciones (1995, Nothing To Prove y Sunday) más la que cierra el disco (What Happened?) las que mejor resumen el espíritu e intención de las letras de este disco, que no son otros que recuperar esa pasión que guió a toda una generación hace ya unos cuantos años, cuando la música era movida realmente por un ideario y forma de ver la vida muy concretos, dejando al margen toda la parafernalia estética y poser. De esto habla el disco y de esto, más concretamente, se hace eco ‘What Happened?’, toda una declaración de principios (que a la postre cuenta con la colaboración de Matt Skiba (Alkaline Trio) y Lou Koller (Sick of it All).
En definitiva es un muy buen disco. Realmente directo, rápido y sobre todo optimista pese a lo enfadado que pueda parecer, criticón y con ganas de recuperar el verdadero sentido de la música. Un reencuentro con ellos mismos.