Si ‘Walk Among Us’ es, probablemente, el disco más representativo de la primera época de Misfits (y para algunos la única era), American Psycho es, sin duda, el disco más representativo de su segunda época; de la era en la que Misfits renacieron, pero con Michael Graves en la voz principal (sorprendiendo a más de uno). Ya la hemos liado. Y es que la historia de Misfits es, cuanto menos, pintoresca, extraña y, como no, polémica hasta la médula.
Como decía, para muchos, American Psycho ya no es un disco de Misfits por el mero hecho de que, cuando se publicó, se hizo como ‘regreso’ de la banda tras la partida de Glenn
Danzig , su anterior vocalista. La clave, en mi opinión, consiste en asumir el cambio, abrir la mente y apreciar el contenido del LP (dejaremos a un lado lo que sucedió después de American Psycho, especialmente tras la publicación de Famous Monsters). Así, el presente álbum se destapa como un disco de punkrock sólido y potente, con la presencia de unos riffs 100% Misfits, rápidos, ácidos y electrizantes, y con una excelente producción sin caer en lo facilón. Con un aspecto y temática general más oscura y terrorífica que nunca, y con un Michael Graves que, simplemente, lo borda. Graves suena… como hubiese sonado Elvis Presley si éste hubiese nacido en la época adecuada para ser un punk-rocker. Y lo mismo con el aspecto musical, Misfits, como siempre, dejando fluir el espíritu del rock’n roll desde una perspectiva puramente punk.
Y lo cierto es que en American Psycho hay canciones memorables, como ‘Dig Up Her Bones’ (bendito Graves), ‘Don’t Open ‘Til Doomsday’ o ‘The Shining’, por ejemplo, que se han convertido en clásicos instantáneos. . Sea como sea,
The Misfits nunca dejan indiferente a nadie, y este disco, tan polémico, es una prueba más de ello.