Tras el decepcionante Arrivals and Departures, que denotaba una preocupante falta de ingenio,
Silverstein vuelven a intentarlo con A Shipwreck In The Sand, recurriendo a la idea ya no tan novedosa del disco concepto. Concepto por contar una historia, dividida en 4 capítulos, cada capítulo formado por tres o cuatro temas.
El caso es que la idea funciona bastante bien. Se nota el esfuerzo de los canadienses al intentar, sin salirse nunca de los tópicos del género, demostrar unos niveles de calidad bastante buenos a nivel compositivo. Si, siguen combinando secciones suaves con las duras, pero se puede apreciar el intento de aportar el sentido de concepto, trabajando las transiciones entre los capítulos y acoplando nuevos instrumentos con el objetivo de crear una cierta ambientación. El disco cuenta además, con algunos colaboradores de lujo como Liam Corner (
Cancer Bats ) o Scott Wade (ex –
Comeback Kid ).
Las letras por su parte, siguen siendo algo infantiles, ya que pese a narrar una historia conjunta, no dejan de ser simples relatos sobre superación personal o historias con algún que otro apunte político.
Los seguidores de la banda aplaudirán la mejora técnica, que les permite lucirse en momentos puntuales y demostrar que pueden navegar sin problemas en estilos algo menos propios del grupo; muestra de ello Born Dead y su aire a los mejores tiempos de
Comeback Kid (no obstante, incluye la colaboración del antiguo cantante del grupo).
A Shipwreck In The Sand, siendo un disco que nunca llega a brillar en su idea de disco concepto, aprota suficientes buenos temas (A Great Fire, Vices, I Am The Arsonist...) como para poder decir que
Silverstein están de vuelta y en buena forma.