Dirty Tactics son un trío formado en Filadelfia, compuesto por tres amigos que se juntaron en el instituto con el objetivo de tocar algunas versiones de punkrock típico de los 70, aunque pronto empezaron a componer sus propias canciones, cansados de manosear el material de otros. Son una de las bandas más currantes de la escena, grabando ellos solitos el disco de forma íntegra a caballo entre el estudio de un amigo para las baterías, y la casa de otro para el resto de las pistas. Así, pasaron varios meses toqueteando aquí y allá, probando cosas y al final dando como resultado ‘It Is What It Is’, un disco realmente sorprendente en muchos sentidos. Ellos mismos han llegado a decir que no entienden cómo hay algunos grupos que se gastan tanto dinero en grabaciones cuando, dependiendo del dinero pero sin excesivos alardes, puedes lograr un resultado muy similar con tus propios medios hoy en día.
Y el resultado salta a la vista, un disco que repite la fórmula que les puso el foco de atención sobre sus cabezas con su LP ‘Love Is Dead, Art Is War’ en 2007: punkrock melódico con toques de garaje, con influencias de bandas como ‘
Against Me! o
Pinhead Gunpowder … un sonido que puedes comprobar con canciones como ‘La Canción De Los Andes’, ‘Baltimore’, la pegadiza ‘Train Song’ o ‘Side Of The Road’, composiciones que pese a la aparente simplicidad, destilan trabajo y elaboración por todos los lados, del mismo modo que destilan sinceridad. Los miembros de ‘
Dirty Tactics ’ se creen sus canciones, se les nota naturales, disfrutando. Es un disco natural, que bien podría haber sido grabado en directo. Suena definitivamente sucio (en actitud, no en calidad del sonido), distorsionado y punk. Sonido conducido por ritmos electrizantes y unas bases rítmicas que salen de la monotonía del punkrock.
Definitivamente,
Dirty Tactics son un grupo a seguir y observar de cerca, y a ver en directo de ser posible. Este disco, pese a ser muy breve, promete mucho si siguen explorando este camino y estas formas. Otro grupo que, junto a
The Loved Ones , puede erigirse como representante del sonido de Filadelfia, un sonido enérgico, directo, melódico y potente. Una prueba de que no es necesario perteneces al sur de California o Boston para crear punkrock de este calibre.