Sin grupos como
Screeching Weasel y sus tres primeros discos, es muy posible que hoy en día no existiesen otras formaciones como
Green Day o
blink-182 , así de claro. Bien es cierto que estas dos bandas bebieron en su día de más de una fuente, como serían los
Ramones o
Descendents respectivamente, y que posteriormente derivaron hacia sonidos que poco tienen que ver con sus raíces, pero sin duda,
Screeching Weasel fueron una piedra angular y una referencia clara y reconocida en sus comienzos, dotando a su sonido de unas características muy concretas: melodía, rapidez, estructuras simples y letras adolescentes que, en algunos casos, rayan lo absurdo. Es tal la influencia de
Screeching Weasel que, incluso, podemos detectarla en bandas actuales como
Teenage Bottlerocket o, también, en bandas estatales como Los Brackets, además de otras muchas más.
Así pues, ‘My Brain Hurts’ supuso, en el momento de su salida (allá por 1991), el tercer trabajo discográfico del grupo. Considerados precursores del punkpop de los 90, junto a bandas como
Ramones o
Descendents , el presente LP vino a colaborar a ello descaradamente, dando un importante giro al sonido que habían practicado hasta entonces, dotándolo de más solidez, consistencia, melodía y exhibiendo unas letras algo más introspectivas y elaboradas de lo que habían hecho hasta entonces, todo ello visto desde un lado más pop que punk, dicho sea de paso, pero manteniendo ese poso de garaje-punk que destilaron sus dos primeras entregas. Sea como fuere, su impacto fue tal, que probablemente estemos hablando del mejor disco de su discografía y eso que dos años antes de su edición, el grupo experimentó una de sus múltiples rupturas, lo cual no les situaba en el mejor de los escenarios para enfrascarse en un estudio y grabar un nuevo disco. Ruptura, palabra que, por desgracia, acompañaría al grupo durante toda su carrera en diversas ocasiones, llegando hasta 2004, donde anunciarían su disolución definitiva. Pero eso sí, con 11 discos a sus espaldas.
A mí no me cabe la menor duda de que este álbum es un clásico del género, y mucho menos cuando escucho temas como ‘Slogans’, `What We Hate`, ‘Guest List’, ‘My Brain Hurts’, ‘Veronica Hates Me’, la ramoniana ‘Teenage Frakshow’ o una de las joyas del disco: ‘The Science Of Myth` y su contagioso estribillo, tan melódica como rápida. En definitiva, canciones que te transmiten buenas vibraciones y buen rollo, que casi constituyen capítulos del manual sobre cómo hacer buen punkpop, yendo sin rodeos directos al grano. No, no hay lugar a ningún género de duda: en ‘My Brain Hurts’ encontrarás 31 minutos de pura gloria punkpopera y noventera donde no sobra absolutamente nada. Encontrarás, probablemente, a los mejores
Screeching Weasel.