The Damned Things es una banda de esas que la gente gusta llamar ‘supergrupo’ por el hecho de estar compuesta por miembros de bandas consagradas y de cierto peso en el panorama musical, de reconocido éxito y talento. Así, por un lado tenemos a miembros de orígenes tan dispares como Joe Trohman y Andy Hurley de
Fall Out Boy , también están Scott Ian y Rob Caggiano de Anthrax, y por último Keith Buckley y Josh Newton de Everytime I Die. Como ves, cada uno de su padre y su madre… al menos, una primera referencia con la que despertar la curiosidad aunque sólo sea por preguntarse a qué demonios sonará el artefacto.
¿Y qué es lo que se han propuesto ‘
The Damned Things ’? Pues hacer un disco de rock influenciado por el hard rock y el heavy metal, algo que sorprende si se tiene en cuenta el origen de algunos de sus miembros, provenientes de escenas tan diferentes como el punkpop, metalcore o hardcore-punk. La cuestión es… ¿lo consiguen? Bien, técnicamente sí, es decir, el sonido, desde un punto de vista ‘teórico’ suena a hard rock, a metal e incluso a thrash-metal. Sus integrantes se saben bien la lección, y teniendo en sus filas a gente como Scott y Rob de Anthrax, no les van a faltar los buenos consejos al respecto, ahora bien… otro asunto es hablar de la credibilidad del proyecto y hasta qué punto esto tiene visos de ir más en serio o de quedarse en un intento alimentado por el hype generado a raíz el origen de sus distintos miembros, o si es un mero acto de oportunismo alimentado por el resurgir particular de este tipo de sonido, que parece haberse destapado estos últimos meses. No obstante, ‘Ironiclast’ es un muy buen disco debut, en serio, suena realmente bien, un buen ejercicio de estilo, con un buen puñado de interesantes canciones, que aglutinan una buena colección de riffs rockeros pero que peca de limpieza en la producción y sonido, y probablemente peque de limpieza de actitud, y entiéndase lo que se pretende decir con esta frase. Es decir, no suenan ‘peligrosos’, por decirlo de algún modo. Les falta la mala leche y la pegada más agresiva de las bandas que juegan con el hard rock, el metal o el thrash para que nos creamos de verdad que esto va muy en serio. Pero siendo su primer LP, se les puede perdonar. Eso sí, vigilándoles muy de cerca para ver qué es lo que hacen en un futuro (esperemos que Scott y Rob dejen pesar mucho más su influencia).
Así pues, os recomendamos que les deis una escucha, tanto si eres seguidor de sus otros proyectos como si no, porque como decía antes, pese a que el disco adolezca de identidad propia (al fin y al cabo es, como digo, un ejercicio de estilo muy comercial y pegadizo), sí que encierra algunas buenas y disfrutables canciones, como la que da título al disco, ‘Ironiclast’, ‘We’ve Got A Situation Here’ (primer single, apoteósico), ‘Little Darling’, ‘Handbook For The Recently Deceased’, ‘Craverobber’ (probablemente mi favorita) o ‘Bad Blood’. Eso sí, me llama poderosamente la atención la acogida que ha tenido en nuestro país por parte de alguna gente, siendo que precisamente en España, existen un buen puñado de bandas practicando este tipo de sonido y que llevan años pasando sin pena ni gloria. Paradojas de la vida, supongo.