En un mp3 como el mío, repleto de discos de punk rock, siempre ha habido algún intruso acústico ocupando un tímido segundo plano. Estos ganaban escuchas en momentos de relajación o en días melancólicos pero ninguno conseguía hacerse con un hueco en primera fila hasta que apareció
Frank Turner (¿o deberían llamarlo ya Sir Turner?). ‘Love, Ire & Song’, ‘Poetry of the deed’ y, por último, ‘England keep my bones’ ya lo han convertido para mí en un clásico. Un clásico prácticamente desconocido hace 3 años, pero que ha tenido tiempo en ese periodo paraa publicar 3 trabajos sin parar apenas de girar por Europa y América.
‘England keep my bones’ se encuentra en un punto medio entre ‘Love, Ire & Song’, un disco más de cantautor acústico, y ‘Poetry of the deed’, donde el grupo que acompaña a Frank estaba mucho más presente. Si has escuchado cualquiera de estos trabajos sabrás cuáles son sus ideales pero por si acaso los vuelve a dejar claros en ‘Eulogy’. Esta intro que ojalá fuera una canción da paso al primer single, ‘Peggy sang the blues’, dedicada a su abuela y en la que insta a disfrutar de la vida. La misma voz es capaz de convencernos tanto de que el rock es la salvación en el himno ‘I still believe’ como de que no hay dios, infierno ni cielo en la irónica ‘Glory Hallelujah’. Con un ritmo tan eclesiástico como el título, con todo el respeto a los más religiosos, ¿no dan ganas de ponerse a dar palmas y cantar esto en una iglesia?
Tal como indica el título, el disco está repleto de referencias a su Inglaterra natal, coincidiendo estas con la parte más folk y acústica del disco. Son precisamente algunas de las canciones ambientadas en tierras inglesas las que peor funcionan. A ‘Rivers’ le falta fuerza y los cuatro minutos y medio de canción se acaban haciendo largos y la atrevida ‘English curse’, a capela, no acaba de encajar. ‘If ever I stray’ es sin embargo un alegre himno (sí, uno más) a la sencillez en el que Frank nos anima a tirarle a los canales ingleses si algún día se aleja de sus principios. La nostalgia es otro tema que
Frank Turner maneja como pocos y así nos lo demuestra en ‘Wessex boy’ y en ‘I am disappeared’, probablemente uno de sus mejores temas hasta la fecha.
En resumen,
Frank Turner vuelve a sorprendernos con un gran disco en el que los altibajos son más notables de lo normal debido a que se encuentran entre obras de arte. Sin alejarse de su estilo folk rock acústico y su sonido característico es capaz de seguir creando canciones llenas de personalidad y sentimiento. Viva Inglaterra y larga viva a la reina. Y a
Frank Turner también.