Si eres un lector habitual de nuestra web, sabrás desde hace tiempo que siempre hemos sentido cierta debilidad por
Motion City Soundtrack. Nuestra andadura con ellos comenzó casi desde sus inicios, y de algún modo podríamos decir que les hemos visto crecer y madurar como banda, siguiendo su transito por un camino que ha pasado por momentos buenos y malos, altos y bajos, pero dando siempre como resultado LPs la mar de entretenidos e interesantes, cada uno con sus propias peculiaridades. Así, y tras conocer este año su ruptura con Columbia Records (al poco tiempo de haber publicado su anterior trabajo, “My Dinosaur Life”), pronto anunciaron que lejos de haberse desmoronado, habían optado por coger al toro por los cuernos, comenzando a trabajar en lo que hoy vemos materializado como un nuevo disco. Y lo cierto es que lejos de lo que en su momento pudiera sonar como un contratiempo (el perder el amparo de una compañía multinacional), ha acabado traduciéndose en una jugada realmente beneficiosa, ya que les ha propiciado las condiciones necesarias para crear su propio sello discográfico e iniciar así una interesante relación junto a Epitaph Records, compañía que ha decidido volver ampararles y que, a buen seguro, sabrá entenderles mejor que una multinacional.
Unas líneas más arriba he mencionado la palabra mágica: madurar. No sé si es la más adecuada para describir “Go”, que así se titula este disco, pero desde luego algo hay en este álbum que, igual que ocurrió en las anteriores entregas del grupo, lo hace especial y nos transmite esa sensación de madurez de la que hablo. Para intentar tomar una referencia conocida, me atrevería a decir que “Go” es una suerte de “Even If It Kills Me II”, pero con un toque más optimista conseguido gracias a la inclusión de alguna pieza que podría haber formado parte de “Commit This To Memory”, como ya comentó la banda al confirmar que algunas de estas canciones fueron compuestas en aquella época. Es decir, que si bien de entrada nos puede parecer un álbum tranquilo, maduro y reposado, de cuando en cuando nos sorprende con canciones juguetonas, muy en su estilo, pero desde un enfoque un poco más serio. Las letras son un buen testimonio de esto que intento explicar. “It’s not a matter of time, it’s just a matter of timing”, es lo que reza Justin en el estribillo de “Timelines” (un tema 100% MCS), exhibiendo una habilidad para jugar con las palabras y las ideas que, aunque no son nada fácil de plasmar en una línea, él lo hace de forma elegante y simple, por mucho que el concepto sea más complejo de lo que en principio pueda parecer. Otro punto clave del álbum es la delicada “Everyone Will Die”, que esconde un mensaje más intenso de lo que pueda parecer, aunque esté camuflado por una melodía tan dulce como la que posee. Así por ejemplo, vuelve a mostrar esa increíble habilidad para resumir conceptos con una facilidad y delicadeza apabullantes en líneas como “Cause everyone must die and everyone must lose. So who you going to love in meantime before it catches you?”. Una excelente y poética forma de resumir la existencia humana. “It doesn’t mean goodbye. It’s Just a simple truth”. ¿Es o no es brillante?
Pero “Go” no solo se queda en estas dos canciones, ahí tienes “Boxelder”, “Circuits and Wires”, “Happy
Anniversary ”, “Bad Idea” o “The Worst Is Yet To Come”, entre otras, que hacen sonar al disco en su conjunto con una solidez, lógica y consistencia que va ganando puntos con las escuchas, aunque en un principio es cierto que da la sensación de ser el más flojo. Es verdad que el LP es un “grower”, que dicen los americanos. Crece rápido, y despliega todo su potencial en poco tiempo, sorprendiendo muy gratamente con pocas escuchas. En mi opinión empieza a abrir puertas hacia una más que probable evolución a un sonido más orientado al pop, pero esto tampoco es nada nuevo, ya que
Motion City Soundtrack siempre han dado la impresión de ser los elegidos para suceder a bandas como
Weezer , consagrados como reyes del powerpop. El tiempo dirá el resto.