La calidad musical de Against Me! es difícilmente discutible. Puede gustarnos más o menos su sonido folk punk, sus temáticas a menudo brutalmente políticas o la evolución que han seguido precisamente desde este primer álbum que me dispongo a desmenuzar, pero no se puede negar que tienen algo que inevitablemente te hace pensar: son buenos. Puede que sea por la honestidad de sus letras o por ese derroche de fuerza que imprimen incluso a sus canciones más acústicas, en gran parte debido a la voz potente y rasgada de Laura Jane Grace, en esta época todavía conocida como Tom Gabel. Sea lo que sea, Reinventing Axl Rose supuso la primera demostración, un disco que es defendido acérrimamente por los fans debido a la pureza y, en cierto sentido, "suciedad" de su sonido, como también a ese mensaje profundamente joven y rebelde que lo embarga.

Recuerdo la primera vez que me puse a escuchar este álbum, me sorprendió la atmósfera que percibí, por un momento sentí que estaba en algún típico pub irlandés bebiendo una pinta de cerveza con dos hombres borrachos discutiendo en la mesa de al lado, muy acorde con el título de la primera canción: “Pints of Guinness Make You Strong”. Conforme fueron pasando los minutos pude apreciar ese ambiente en todo el disco, aunado con temáticas como la lucha obrera, el anarquismo y la rebeldía, y cantado con una rabia que, sinceramente, me impresionó.

Otra de las cosas que más destacaría de Against Me! es sin duda la potencia que destilan todas sus canciones, aspecto que logran con una fantástica simpleza. No es este un disco superproducido, ni su sonido consecuencia de diversas capas instrumentales o experimentaciones, es más, se acercan en muchas ocasiones al detalle casi acústico, sin que eso reste fuerza a sus composiciones.

De esta forma se van sucediendo uno tras otro auténticos himnos como “We Laugh At Danger And Break All The Rules”, “I Still Love You Julie”, “Walking Is Still Honest”, “Jordan’s First Choice”, la increíble balada “Baby, I’m An Anarchist” o “Reinventing Axl Rose”, que da nombre al disco y empieza con un más que claro: “We want a band that plays loud and hard every night…” Una premisa, ésta, que parecen haber hecho suya a lo largo de su carrera y que concentra la esencia más primaria de su sonido. Porque no hay que olvidar que este disco es el primero de la banda y tiene, por tanto, un nivel de crudeza muy acorde con la juventud de los componentes del grupo por aquel entonces, aspecto presente tanto letrístrica como musicalmente.

Quizás por ello hay algo que siempre me hace destacar este álbum de Against Me! por encima de cualquier otro posterior, algo que me hace desear encender un cóctel molotov y lanzárselo a un grupo de policías, aunque sólo sea durante los aproximadamente 30 minutos de duración del disco. Algo que me hace querer “gritar hasta toser sangre” o estrellar una jarra de cerveza contra una pared de ladrillos. “`Cause baby, I`m an anarchist…”