Dicen que no hay mal que por bien no venga. Muchas veces, tras la separación de ciertas bandas de prestigio, han surgido proyectos que a día de hoy ya se han convertido en imprescindibles para los fans del género punkrock. Así, de la separación de grupos como 88 Fingers Louie o
Descendents , se formaron otros como
Rise Against o ALL. La formación de la banda que aquí nos ocupa es otro ejemplo de proyecto surgido de la desintegración de una gran banda. Nos remontamos al día en el que la banda de punkrock Inquisition anunciaba que dejaba los escenarios tras 5 años de giras y 4 discos a sus espaldas. Si bien a primera vista esto pudo resultar un golpe duro, hemos de emplear el refrán arriba mencionado para decir que tiempo después, el vocalista de Inquisition Thomas Barnett, anunciaba un nuevo proyecto al que bautizaría con el nombre de
Strike Anywhere.
A día de hoy este quinteto de Virginia ya se ha convertido en una de las bandas más influyentes del punk rock "moderno" con tan solo 4 álbums en el mercado. No hay más que desprecintar cualquiera de sus obras y poner la aguja encima para comprobar el por qué de este prestigio. Su sonido bebe de grupos como
Death By Stereo , Avail o
Anti-Flag , y precisamente ese es uno de los puntos fuertes de
Strike Anywhere , que a pesar de tener múltiples influencias, crean una personalidad destacable. Parte de su encanto reside en esa forma de combinar la rabia y energía del hardcore con una emotividad y sentimientos que ya quisieran muchos. En los más de 10 años de trayectoria siempre han sido fieles a una moraleja política, muchas veces camuflada en forma de relatos que dejarían los pelos de punta al mismísimo
Greg Graffin.
Con este "Change Is A Sound" nos encontramos ante uno de los debuts más demoledores de la década en cuanto a punk se refiere, todo un adelanto de la calidad que años más tarde nos brindarían en álbums como "Dead FM" o "Exit English". El disco arranca con una impredecible combinación entre ritmos rápidos y medios tiempos titulada "You`re Fired", que da el pistoletazo de salida a temas como "Timebomb Generation" donde dejan entrever la clara influencia que
Good Riddance han tenido en ellos. Himnos como "Refusal" destilan un sonido que más tarde pudimos escuchar en joyas como "Revolution Per Minute" de
Rise Against , lo que hace sospechar que los de Chicago cogieron como influencia a la banda de Barnett y compañía. La gran mayoría de los temas siguen la misma línea, algo que resulta curioso, pues a pesar de esto ningún tema resulta repetitivo ni caen en la monotonía. Esto es debido a que se dejan el alma en cada tema. Destacan las sobrecogedoras letras, que animan a la empatía por la historia que relatan, canciones como "Sunset On The 23rd" denuncian temas como la brutalidad policial o "Chalkline" hace lo mismo defendiendo los derechos de las mujeres. "Detonation" se autodefine con su título, una explosión rítmica a mil por hora que recopila las frases más coreables del disco (Are we all guilty?). Encontramos cierta similitud entre el estribillo de "Riot Of Words" y "Today`s Empires, Tomorrow`s Ashes" de
Propagandhi , aunque desembocando ambas de forma diferente y poseyendo cada una su propio estilo, que no salten las alarmas. Cierran el disco "Three On A Match", que nos regala uno de los momentos más emotivos y "My Design" cuyos segundos finales desprenden una rabia y carisma colosales.
Si alguien nos pidiese que desechásemos un solo tema del disco, nos pondría en un verdadero dilema, no hay "hits" ni temas que destaquen por encima del resto, cada composición es única. A los tímpanos menos acostumbrados les costará amoldarse a la voz desgarrada de Thomas Barnett, nadie dijo que fuese un disco fácil de escuchar. Cierto es que quizá de primeras no te diga nada, sin embargo, con más insistencia te darás cuenta de que no estás ante un álbum cualquiera. 30 minutos de punk rock frenético y sin apenas descanso, una verdadera joya que no debería pasar desapercibida por ningún seguidor del skatepunk, puro
Strike Anywhere ni más ni menos.