La banda malagueña La Plaga, publicaba a finales de 2013 su primer larga duración, “El Punk Me Da Sueño”, un disco cuyo título bien podría ser una declaración de intenciones o, mejor dicho, una forma rápida y concisa de expresar su opinión ante el eterno debate de lo que es o no es punk. Vamos, un tema que, como hemos dicho en diversas ocasiones, y en nuestra opinión, está ya demasiado manoseado, huele a rancio y, sobre todo, aburre. No sabemos si esa es la intención, no obstante, el hecho de poner este título al disco no deja de ser un juego irónico, porque una vez te sumerges en él, te das cuenta de que La Plaga tiene mucho de punkrock en su música, aunque no oculten su ramalazo punkpopero y jueguen con la ironía en el título del LP.
Una vez te adentras en su música, las comparaciones con bandas que son referencia en el género son más que evidentes, no obstante, aunque La Plaga juegue en la misma liga que bandas estatales como Airbag (máxime cuando provienen de la misma región), su propuesta tiene un toque peculiar, quizá acentuado por la personal forma de cantar de Edu, su vocalista, o por la remota influencia de bandas extranjeras como
Alkaline Trio (fíjate en la base de guitarra de “Todo Está A Punto de Cambiar”). Todo esto te llevará, también, a pensar en bandas como Screaching Weasel,
Ramones e incluso a
Teenage Bottlerocket ("Es Mejor Dejarlo Así"), por poner algunos ejemplos más claros y conocidos. Así, con esta nueva entrega se han centrado descaradamente en ofrecer una propuesta clara, bien anclada en el punkpop, directa y al grano, aunque ellos lo definan como powerpunk, aludiendo, quizá, a su vena más powerpop. Podrás comprobarlo en cortes como “En Tu Mundo”, “Playa Bonita” o “El Punk Me Da Sueño”, corte que da título al disco. Canciones que desprenden aroma a verano, a tiempo libre y a despreocupación. El álbum cuenta con las colaboraciones de algunos amigos del grupo, como Cristina Galaktic Surfers, Alvaro Biznaga, Javi de la banda PPM o Carlos Hernández, quien ha masterizado el disco y ha ejercido las funciones de productor e ingeniero de sonido de grupos como Pereza, Triángulo de Amor Bizarro oLos Planetas, entre otros.
Así que, en resumidas cuentas, lo que tenemos delante es un disco de punkrock de influencias sobradamente conocidas que viene a unirse al elenco de bandas estatales que se decidieron a rendir culto a un sonido tan clásico como el que arraiga en las bandas ya mencionadas. De este modo, como ya hemos comentado, te toparás de lleno con un disco más o menos fresco, sin demasiadas pretensiones más allá de pasarlo y hacértelo pasar bien. Un LP que, auque editado en pleno mes de noviembre, intuimos que debe entrar como la seda en pleno mes de julio, a la sombra de una palmera o tirado en una toalla al sol. En cualquier caso, tú decides cuando escucharlo.