Hay veces en las que, cuando te dispones a realizar la reseña de un disco de una banda que lleva tiempo sin pasar por tus oídos, aprovechas para reencontrarte con la discografía de dicho grupo, lo cual te ayuda a tener una perspectiva más completa de todo su trabajo. Pues ese ha sido nuestro caso con Against Me! , una formación que en los últimos años ha experimentado uno de los capítulos más inusitados que jamás hayamos visto en la historia de la música: el proceso de cambio de sexo de su frontman para convertirse, ahora, en su frontwoman. Estamos hablando de Tom Gabel, ahora Laura Jane Grace, quien ha dejado perfectamente cronificado el proceso en este nuevo disco, “Transgender Dysphoria Blues”.

Probablemente, a estas alturas, ya hayas oído esto o lo hayas podido comprobar por ti mismo, pero por si no es el caso, tranquilo: el miedo que mucha gente sintió ante un posible cambio en la voz de Laura al pasar por el proceso de cambio de sexo, debe desaparecer por completo. En este nuevo LP estamos ante la misma e imponente voz, con la misma energía, rabia, espíritu melódico y garra a la que nos tenía acostumbrados desde hace años. Si a eso le sumamos el retorno a un sonido más áspero, bastante alejado de la perfección en términos de producción que mostraban en “White Crosses” (de la mano de Butch Vig), sólo nos queda un ingrediente por añadir a un cocktail realmente matador: las canciones en sí mismas, que constituyen un conjunto de melodías de lo más inspirado y pegadizas que puedas esperar. Temas que hunden sus raíces, en ocasiones, en el rock ‘n’ roll más clásico que te recordará a bandas como los mismísimos Rolling Stones, como en el caso de “Unconditional Love”; o que parecen haber sido extraídas de un disco de Sex Pistols , como podrás observar en “Drinking With The Jocks”; hasta llegar a otros que respiran cierta influencia stoner, como en el caso de “Osama Bin Laden As The Crucified Christ”, un tema oscuro, pesado y potente. Eso sin olvidarnos de cortes como el que da título al disco, hasta “True Trans Soul Rebel”, que se intuyen más cercanas al power-rock; o “FuckMyLife666”, exultantemente optimista, de perfección melódica, que por su enfoque recuerda, incluso, a The Lawrence Arms.

En cuanto a las letras, efectivamente, estamos sobre todo ante un disco temático que, como decíamos más arriba, resume un proceso de cambio y evolución personal que tiene dos vertientes: la física, iniciada hace un par de años; y la mental, mucho más importante, iniciada, probablemente, hace mucho más tiempo… quizá hace una vida. De este modo, el LP se perfila como si se tratase de una ventana recién abierta en una casa que lleva cerrada 30 años. Un soplo de aire puro, necesario, terapéutico. “Transgender Dysphoria Blues” es la eclosión y cierre de un capítulo en la historia personal de Laura Jane Grace. Algo que probablemente necesitaba más que nadie.

Así pues, y en resumen, aunque el disco muestre algún tema menos imponente, en comparación a la brillantez de otros cortes, estamos ante un excelente álbum. Con un sonido como éste, sin demasiados artificios y directo al grano, y unas canciones como las que se contienen en él, es más que probable que muchos fans se reconcilien con la banda después de la relativa decepción que supuso su anterior entrega, y a buen seguro hará las delicias de aquellos que, bien por curiosidad, bien por morbo (por triste que suene), se acerquen por primera vez a escuchar a Against Me! Así, aunque no sabemos la repercusión que este álbum acabará teniendo en la discografía del grupo (sospechamos que no poca) ni en la escena punkrocker, nos parece que tiene todas las papeletas para convertirse en un clásico. Porque si hay algo que se desprende tras repetidas escuchas, es la valentía y determinación con la que han decidido afrontar un proyecto como este. Valores que, sin duda, inspiran y recuperan parte del espíritu original del grupo.