The Dollyrots , la banda liderada por Kelly Ogden y Luis Cabezas, herederos del sonido de bandas clásicas de punkrock de voz femenina, están de vuelta con un nuevo trabajo discográfico que, en sus propias palabras, es su mejor disco hasta el momento. Claro que… ¿qué van a decir ellos?... podrás pensar. Al fin y al cabo ya estamos habituados a escuchar afirmaciones similares cada vez que un grupo publica un nuevo disco. Y en cierto modo es lógico, porque lo preocupante sería que la propia banda no considerase su último trabajo como, al menos, una evolución -en los términos que sean- con respecto a sus trabajos anteriores. Si no son ellos los primeros en creérselo, ¿quién demonios lo va a hacer?, ¿quién se iba a creer su propuesta?
Así, la pregunta que te estarás haciendo ahora mismo es: vale, bien, pero… ¿lo es? ¿Es su mejor disco? Bueno, eso depende de muchos factores –como, por ejemplo, el gusto personal del que lo escuche-, aunque lo que sí estamos en condición de asegurar es que se trata de un disco especial, sobre todo por las condiciones en las que fue compuesto y grabado. Se trata de un álbum más concreto, más inmediato y espontáneo en comparación a sus trabajos previos. Fresco como él sólo. Y no ha debido ser tarea fácil, ya que con su anterior entrega, ellos solitos se dejaron el listón bien alto. Pero lo han hecho, se han superado, volviendo además, a mirar su propuesta bajo un prisma mucho más guitarrero que su anterior LP. Para la ocasión, el grupo ha decidido repetir fórmula a través del crowdfunding; un modo de autoproducirse que les ha otorgado plena libertad para diseñar, planificar y ejecutar un proceso de grabación y una campaña de lanzamiento en la que los fans son una pieza indispensable en todo momento.
En lo musical, definitivamente, la banda vuelve sobre sus pasos para facturar una entrega que bebe de nuevo de sus influencias más punk, echando más de un vistazo a bandas como
Hole ,
Elastica , y a vocalistas como Joan Jett o Brody Dalle, dándole de paso ese ramalazo punkpopero al que nos tienen acostumbrados desde hace ya unos cuantos años. Así, vas a encontrarte con canciones que se convierten en clásicos instantáneos, como “Come And Get It”, “Stupidly In Love”, “Get Weird” (y su pegadizo estribillo), “Angel In Snow” o “Nightlight” –que se antoja como un homenaje al “With Or Without You”, de los irlandeses
U2 -, sin olvidarnos del combo de covers que han decidido empaquetar en un solo corte titulado “Da Doo Ron Ron – Sedated”, combinando un clásico de The Crystals con un clásico de
Ramones. Por su parte, la señorita Ogden está pletórica, tan juguetona como en discos anteriores, contagiando esa especie de alegría y optimismo exacerbado que desprende cada vez que abre la boca, impregnando cada verso cantado de ese espíritu juguetón al que nos tiene ya acostumbrados.
En resumidas cuentas, se trata de un disco muy bien hecho. Y aunque Kelly Ogden dijese en la entrevista que tuvimos ocasión de hacerle, que este LP ha sido fruto de un proceso más inmediato y rápido que sus anteriores trabajos; tenemos la impresión que bajo esa máscara de desenfado y simpatía, existe un proceso más elaborado de lo que alcanzamos a atisbar. En ese sentido, nos traen a la mente a bandas como
Bowling For Soup , que al margen de que no se tomen a sí mismos demasiado en serio -y de que lo que busquen, sobre todo, es divertirse-, respetan su propia música y a sus seguidores por encima de todo. Saben de dónde vienen, de dónde beben, y hacia dónde quieren ir. Saben cuál es su sitio. Sólo así puede entenderse un LP que suena como lo hace “Barefoot and Pregnant”.