Quizá… no, quizá no, qué demonios. Estamos cien por cien seguros de que la banda canadiense
GOB es una de las más infravaloradas de los últimos años. Las razones por las que esto sea así nos dan igual –que el sello que les amparaba se fue a pique-, y el hecho de que no hayan dado a conocerse mucho por Europa, también nos la repampinfla; porque en una era como en la que vivimos -en la que a poco que se indague, tenemos un montón de información a dos clicks de distancia-, tiene delito que un grupo como éste no haya adquirido el nivel de reconocimiento (o conocimiento) de bandas como, por ejemplo,
Sum 41 o
Billy Talent; que para más inri, provienen del mismo lugar de origen: Canadá. Es decir, que a poco que uno sienta interés por la
escena canadiense –y por el punkpop noventero en general-, sabe que
GOB están ahí, y que son capaces de facturar discos como el que nos ocupa esta reseña, “Muertos Vivos”, el mejor de su carrera hasta el momento.
La clave para poder afirmar eso, está en el hecho de que, precisamente, con esta entrega, la banda pareció inclinarse por un sonido más agresivo que en sus anteriores discos. Es decir, si en sus dos anteriores entregas, se llegaron a codear con grandes del género como
blink-182 o
Green Day , en esta decidieron darle una más que evidente vuelta de tuerca a su propuesta, acercándose más al sonido de grupos como los ya mencionados
Sum 41 –en la época comprendida entre el “Does This Look Infected” y “Chuck”- y, sobre todo,
Billy Talent , añadiendo además una importante dosis del rock alternativo que practican bandas como
Foo Fighters , como podrás observar en cortes como “Prescription”, “We’re All Dying”, la fantasmal “Still Feel Nothing” o “Underground”, donde además destapan cierto ramalazo metalero. Es decir, el resultado general se vuelve más potente, agresivo y oscuro, bordeando los límites del hardrock. Tanto es así que, sin lugar a dudas, podrían haber llegado a convertirse en los nuevos
Sum 41 , máxime si tenemos en cuenta que, por aquellas fechas, al tiempo que
GOB publicaban este potente álbum, la banda liderada por Deryck Whibley optaba por un retorno al poppunk con “Underclass Hero”, después de haber parido una de sus obras maestras: “Chuck”. Es decir,
GOB estaban en posición de acoger a los fans de
Sum 41 que renegaban de aquel álbum, cosa que no sucedió. No obstante, el grupo también tiene ocasión para incluir temas que, sin ser baladas al uso, desprenden un aire ligeramente distinto a los cortes más agresivos del LP, como es el caso de “Banshee Song”. El grupo, pues, muestra un evidente proceso de maduración musical y, sobre todo, lírica, que les lleva a producir un disco oscuro, que, ojalá, y aunque sea un poco tarde, acabe siendo descubierto por mucha más gente.
Lo cierto es que “Muertos Vivos” desprende algo. Una vez te adentras en sus canciones, hay algo que tiene que ver con la energía que destila, la agresividad, la oscuridad y la intensidad, que te hace querer volver a escucharlo una y otra vez. Y hay que reconocer que hay veces en las que, algunos grupos, cuando deciden ponerse ‘serios’, no acaba sentándoles demasiado bien. Pero el caso de
GOB es distinto, y lo bueno de recuperarlo ahora, con la perspectiva que dan los años, es que puede comprobarse cómo le ha sentado el paso del tiempo; y en este caso parece haberle tratado realmente bien. Tanto es así, que casi nos atreveríamos a decir que estamos ante uno de los discos indispensables dentro del punkrock melódico de la primera década de los años 2000.