Con la publicación de “Broken Down”, un álbum de versiones acústicas de algunos de los mejores temas de
Mest; la banda -o mejor dicho, esta reconstrucción que Tony Lovato ha decidido continuar llamando
Mest -, confirma aquello que vinimos a sugerir en la reseña de su último LP, “Not What You Expected”: que sus mejores canciones no están en ese disco, que quizá su mejor momento ya ha pasado, y que este intento por revivir y resucitar al grupo con un cambio de formación tan importante y sin una dirección musical demasiado definida, puede acabar siendo algo delicado. Y decimos esto desde la nostalgia, con el deseo de que, ojalá,
Mest tenga la ocasión de volver a ser lo que fueron en álbumes como “Destination Unknown”, donde perfilaron algunos de sus más grandes himnos, y donde contribuyeron de forma más que evidente, al sonido tan característico del punkpop de los 90 y principios de los 2000.
No obstante, debemos elogiar el empeño y esfuerzo de Lovato y los suyos por continuar adelante con un proyecto al que, al parecer, la industria y algunos sellos han decidido dar la espalda generando un silencio abrumador. Así, y como ya os contamos en su momento, mediante una iniciativa basada en el crowdfunding, la banda ha sido capaz de sacar adelante dos nuevos discos. El ya mencionado “Not What You Expected”, que gozó de una edición física en Japón antes que en ningún otro sitio –de admirar la afición musical de los japoneses-; y la edición -de momento digital- de “Broken Down”, que como ya hemos comentado más arriba, es un disco acústico de versiones de algunos de los temas más representativos de su carrera. La idea, en sí, está bien pensada -un nuevo disco de estudio liberado canción a canción y publicado en formato físico en Japón y, casi un año después de la liberación del primero de los temas, la publicación de un disco de versiones acústicas, mientras la banda sigue haciendo campaña para colarse, de nuevo, en la edición 2014 del Warped Tour-. Pero el silencio de las compañías constituye un importante muro a franquear. Es una situación triste, muy triste, si pensamos en lo que, probablemente, esas mismas compañías extrajeron del grupo en su momento. Quizá estemos ante otro ejemplo de juguete roto, el grupo que un sello exprime hasta dejar exhausto, y que luego, simplemente ya no quiere reutilizar.
Pero al margen de todo ello, y de las especulaciones que podamos hacer al respecto, el grupo (es decir, Tony) ha hecho un buen trabajo de adaptación de los temas incluidos en “Broken Down”. La selección de canciones ha sido muy acertada –ahí tienes cortes como “Fucked Up Kid”, “Jaded (These Years)”, “Wasting My Time”, “Hotel Room”, “Mother’s Prayer” o “Last Kiss”, entre otros-, y el modo en que se adaptan al formato sorprende por lo bien que suenan, sirviendo como ejemplo el caso de “Drawing Board”; que sorprendentemente suena tan bien, o mejor, que la versión eléctrica.
En resumen: sí, el LP desprende nostalgia; por lo que fueron y por lo que, probablemente, no vuelvan a ser. Esto nos lleva a asumir que el punkpop del que bebimos en los 90 y 2000 empieza a hacerse mayor, que discos como “Dookie” o “Smash” cumplen ya 20 años, y que los músicos que entonces eran tan adolescentes como nosotros, hoy son padres de familia con facturas que pagar. Pero es normal, es algo natural, aunque no lo hayamos visto venir; y eso no debe ser un obstáculo para que sepamos apreciar, como ya decíamos, el enorme esfuerzo que debe estar llevando a cabo una banda como
Mest en una época como ésta autoeditando sus discos; para poder, al fin y al cabo, seguir adelante con un sueño del mejor modo posible. Sólo por eso, y por el buen trabajo realizado en este LP, merecen todo nuestro respeto.