Publicado hace 8 años
Brand New
Crónica de su concierto en Madrid
El pasado 27 de mayo, y con motivo de la celebración del décimo aniversario de la revista RozkZone, Brand New actuaron en la Sala Cats de Madrid en lo que supuso una de las citas más esperadas de 2015, por ser la primera en sala en nuestro país, y por lo que ha tardado en producirse; hecho que viene a resumir el modus operandi del grupo. Por un lado, la banda ha sabido darle un aura legendaria a su música –por la temática y puesta en escena en sus directos-, y por otro han alimentado dicha leyenda con un ingrediente indispensable: dejarse ver poco; o mejor dicho: dosificarse con cuentagotas. Y en esto, nuestro país ha salido perdiendo todos estos años, dejándonos hasta el momento una única alternativa: desplazarse para verles actuar en Europa, algo que, por desgracia, no está al alcance de todo el mundo. Hecho que, por otro lado, les convierte en un grupo diferente, de mucha presencia por su ausencia –aunque suene paradójico-, y muy especialmente por su esquiva manifestación fuera del estudio o de los escenarios. Es algo que les distingue, sin duda.
Una vez más, cabe celebrar la importante cantidad de público joven que, ilusionado, asistió al concierto, agolpándose en la entrada de la sala desde mucho tiempo antes del inicio del mismo. Se notaba que era una tarde esperada para muchos, algo que favoreció un ambiente positivo y de buen rollo con el que se encontró la banda encargada de abrir la velada, un grupo de Reino Unido llamado Dinosaur Pile-Up.
Los de Leeds no engañan, y usan una fórmula sencilla y accesible. Rock con toques de varios géneros como el punk o el hardcore, y una parte vocal muy melódica, desplegado todo ello con entrega e ímpetu, ganándose al público desde el primer tema. La cantidad de aplausos cosechados sorprenderían a cualquiera que haya visto cierta cantidad de actuaciones de artistas invitados, cosa que, sin duda, es mérito de la banda liderada por Matt Bigland. Cabe mencionar la sorpresa que supuso ver a Jesse Lacey –frontman de Brand New - subirse al escenario con su guitarra para acompañar a sus teloneros en el desenlace de su actuación con “Nature Nature”, en un acto que Lacey pareció aprovechar para calentar la voz y hacer los primeros guitarreos. Un gesto entre amigos, sincero, que redondeó una actuación firme y seria de Dinosaur Pile-Up. Y esto sólo fue el primer regalo para el público.
Para quienes ya hubieran asistido a otros conciertos de Brand New , sabían que la banda suele dotar sus recitales de una puesta en escena oscura, jugando con la luz y las máquinas de humo, creando una atmósfera en la que la música es lo verdaderamente importante, silueteando a sus intérpretes, que parecen fundirse con el resto de la escenografía. Pues bien, en esta ocasión, la puesta en escena difirió bastante de lo que normalmente ejecutan en directo, empleando una iluminación distinta a lo habitual en ellos, y prescindiendo de gran parte de los efectos de iluminación que sí hemos visto en otros conciertos suyos. Así, la banda arrancó su actuación con “Mene” -un nuevo tema con algunas semanas de vida-, que se topó con una reacción un tanto fría, tal vez más por desconocimiento que por otra cosa. Lo mismo da, porque inmediatamente después, el público acabó entregándose por completo.
Cabe destacar cómo la banda ha logrado generar una especie de unidad a partir de sus cuatro LPs, ya que en sus conciertos, el grupo es capaz de integrar los temas de cada uno de ellos para ofrecer un todo perfectamente armonizado. Así, el set basó su estructura en el modo en que el grupo enlaza o elabora bloques de canciones. En este sentido, su principal virtud reside en ofrecer un directo contundente, enlazando los temas de diversas formas, pero ofreciendo un continuo bastante orgánico. Vicent Accardi, uno de los guitarristas solistas más espectaculares y entregados que conocemos, se encargó (la mayoría de veces) de darle vida a ese limbo entre temas, a esa conexión entre canciones. Y algo que no podemos obviar, es que, precisamente, todas las composiciones pasan por el filtro de los años, así como por el catálogo de peculiaridades que Brand New va incorporando en sus directos. Y en este sentido, Jesse Lacey se deja llevar por temas que provienen de la experiencia vivida, conectada con preguntas e inquietudes más trascendentales; demostrando, así, que la experiencia, en lugar de ofrecernos certezas, acaba planteándonos más dudas. Y es por esto que la parte vocal difiere bastante de lo que oímos en el trabajo de estudio: por el feel que las inspira, y por el feel que inspira el momento en el que son cantadas en directo.
Un concierto de Brand New es como un taller en el que se renueva la colección de canciones, insuflándoles nuevos detalles. La banda ofrece sus temas revisados, sin dejar de lado todo aquello que les ha traído hasta el punto en el que se encuentran actualmente. En este sentido, haber visto a los cuatro miembros sonrientes mientras se sumergen en el refrescante pop-punk de “Mixtape” y “Seventy Times Seven” -extraídas de su casi adolescente debut-, nos situó en un plano muy cercano al que debió ser el inicio de la banda, algo que, pese a sus virajes de estilo, aún permanece vivo en su música actual. Y esto es un hecho que sigue contrastando con esos interludios alargados, re-interpretados para la ocasión, algo que les mantiene fieles a su idiosincrasia, dando la impresión de que siempre quieren ir más allá de lo que la teoría musical y las etiquetas puedan teorizar. Todo ello constituye un caldo de cultivo excelente para la conexión con el público, que sabe apreciar ese esfuerzo como algo que les aleja del acomodamiento.
No obstante, también hubo sitio para las rarezas con temas como “Brothers”, una cara B semi-acústica que relajó el ambiente, dando paso a canciones extraídas de uno de los discos predilectos del grupo: “The Devil and God Are Raging Inside Me”. Un punto álgido que acabó desplegando un velo oscuro, reflexivo, formado por temas como “Degausser” y “Sowing Season”, que hicieron de válvulas de escape de la tensión acumulada a través de sus crescendos; mientras “Luca” y “Jesus” invitaban a dejarse llevar a través de sus parajes misteriosos, delicados y amenazantes que suponen los interrogantes que plantean sus letras. “The Quiet Things That No One Ever Knows” fue el único bis que ofreció la banda, un tema con el que se añadió cierto toque festivo y con el que se puso punto final a un concierto que será recordado durante muchos años por todos aquellos que tuvimos ocasión de asistir.
Así pues, la banda acabó demostrando, una vez más, su capacidad para dominar todos los elementos del directo. Y, como decíamos al inicio de la crónica, ya era hora de que el público estatal pudiera ser testigo de ello: de que el directo de Brand New es el mejor modo de expresión de su música, por lo artesano de su aproximación y por lo sincero de su expresión. Algo natural, y que por eso mismo, expresa a la perfección todo lo que esta banda ha llevado a cabo desde sus inicios, con el tamiz que ofrece el paso de los años. Dicho de otro modo: cada paso que ha dado Brand New , ha sido consecuencia directa del anterior, y constituye la base sobre la que cimientan su presente.
Nosotros ya estamos deseando saber qué les depara el futuro.
Fotografías realizadas por Aitor NOVA para la sala Cats de Madrid.
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